Un fuerte estruendo despertó a los habitantes del municipio de Guapi, Cauca, en la madrugada de este sábado, 2 de noviembre. Un grupo de delincuentes cargaba explosivos para atentar contra la Policía Nacional y, antes de llegar al punto, se detonó el material en las manos.
La administración local da cuenta de tres personas fallecidas, cuyos restos se encuentran dispersos en varios puntos de la zona urbana. Las imágenes son impactantes: los cadáveres de los hombres quedaron desmembrados por la fuerza de la dinamita.
Este incidente también dejó a dos uniformados heridos levemente y daños considerables en diferentes inmuebles de la cabecera; hay afectaciones en las fachadas del Concejo, la Alcaldía y la casa cural, entre otras residencias de la población civil.
La alcaldesa Milena Grueso Romero, en conversación con SEMANA, indicó que los habitantes están muy angustiados por este episodio y espera tener claridad sobre lo ocurrido después de un consejo extraordinario de seguridad.
“No tengo palabras para esto. Estamos muy tristes, muy tristes. La Sijín nos reporta tres personas fallecidas. Vamos a hacer un censo”, afirmó la mandataria local, quien indicó que a uno de los muertos le habrían encontrado armamento.
El secretario de Gobierno del Cauca, Miller Hurtado Muñoz, reveló que el hecho comenzó con un hostigamiento hacia la fuerza pública, bajo la modalidad de lanzamiento de tatucos, y luego desencadenó la impactante emergencia.
Hurtado anticipó que los responsables serían los integrantes del autodenominado Estado Mayor Central de las disidencias de las Farc, comandadas por alias Iván Mordisco: “Allá delinquen el frente Jaime Martínez y Rafael Aguilar, los dos del grupo residual”.
Alias Marlon Arenas es quien tiene el control en la estructura Jaime Martínez, quien aterroriza a los habitantes de los departamentos de Cauca y Valle del Cauca. Él está detrás de los atentados terroristas que han estremecido a esta región en los últimos tiempos.
Alias Marlon tiene bajo su liderazgo cuatro sanguinarios delincuentes, quienes se encargan de hacer cumplir sus órdenes con los más de 400 sujetos que estarían enfilados en esa fracción del grupo: alias David, alias Pedro Beltrán y alias Ñeque, distinguido como Juan Diego Palta.
Esta organización terrorista se sostiene económicamente con el tráfico de estupefacientes a gran escala, entre el Cauca y el mundo entero, también con el cobro de extorsiones a todas las escalas de la economía de la región, como si se tratara de impuestos.
Son múltiples los delitos que arrastran estos hombres. La fuerza pública tiene pruebas que los involucra con homicidios colectivos, masacres, reclutamiento forzado de menores de edad, desplazamientos masivos, atentados terroristas y amenazas.
La orden del presidente Gustavo Petro a las Fuerzas Militares es que deben arrebatarle el poder a las disidencias de las Farc, quienes tienen instaurada una especie de “república independiente” en las montañas del departamento del Cauca.