John Fredy Gallo, alias ‘Pájaro’ y Édgar Elicio Munévar Castilla, conocido como El Caballista, así como el capitán de la Policía, Luis Eduardo Duque Casas fueron acusados por la Fiscalía General por su presunta participación y conocimiento en los hechos que rodearon la fuga del peligroso narcotraficante Juan Larinson Castro Estupiñán, alias Matamba, registrada en la madrugada del 18 de marzo de 2022, en la cárcel La Picota, de Bogotá.
En la acusación, el fiscal de la dirección especializada contra organizaciones criminales manifestó que cada una de estas tres personas cumplió un rol fundamental en el plan de fuga de Matamba, quien se encontraba en el pabellón de extraditables de la cárcel La Picota. Aprovechando el cambio de guardia, el narcotraficante se puso un uniforme de dragoneante, salió por las puertas que le habían dejado ya abiertas y se montó en un vehículo.
Para la Fiscalía General, existió una clara articulación de funciones y distribución del trabajo para garantizar la saluda y traslado de Matamba desde la cárcel hasta una finca ubicada en Doradal (Antioquia), donde era esperado por sus hombres de confianza asociados con la banda criminal del Clan del Golfo.
Como prueba del ilícito, se encuentran los videos de las cámara de seguridad de un establecimiento comercial, ubicado en el barrio Normandia, en el occidente de Bogotá. En ese lugar se reunieron El Caballista y el conductor asociado a la Unidad Nacional de Protección (UNP), Manuel Antonio Castañeda Bernal. Pocos minutos después, se montaron a una camioneta con los vidrios polarizados rumbo al sector de Yomasa, en el sur de la capital de la República.
En una rápida acción, recogieron a Matamba para trasladarlo toda velocidad hasta la finca en el Magdalena Medio. Las pruebas indican que Pájaro, un narcotraficante que ha estado en las sombras, fue el encargado de la planeación, financiación y ejecución del plan de escape.
Por su parte, El Caballista contactó a Castañeda Bernal -quien actualmente está preso por movilizar cocaína en una camioneta de la UNP- para que condujera el vehículo de alta gama. En la acusación se señaló que, al parecer, un vehículo de la Policía habría sido utilizado para acompañar el traslado del narcotraficante.
Por estos hechos deberán responder en juicio por el delito de concierto para delinquir y fuga de presos. Igualmente, la Fiscalía General vinculó a Pájaro con el delito de fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido de uso privativo de las Fuerzas Armadas o explosivos. Esto teniendo en cuenta que en el operativo en el que se ejecutó su captura le fueron encontrados dos escopetas, una carabina y una mira telescópica.
Las pruebas
En la audiencia celebrada el pasado 23 de marzo, un juez de control de garantías de Bogotá avaló la petición de medida de aseguramiento presentada por la Fiscalía General. En su concepto, la evidencia permitía inferir un evidente riesgo de obstrucción a la justicia por parte de los dos procesados, quienes, al mismo tiempo, representan un peligro por la sociedad, puesto que se habrían asociado para “liberar” a un peligroso criminal quien estaba pedido en extradición por las autoridades de los Estados Unidos por delitos relacionados con el tráfico de drogas y armas.
En el análisis del caso, el funcionario judicial tuvo en cuenta la gravedad del hecho que Matamba se fugará hacia el Magdalena Medio en una camioneta adscrita al capitán Duque Casas, como lo demostró la Fiscalía General teniendo en cuenta la matrícula del vehículo y varias características del mismo.
“El vehículo, a cargo del señor capitán, participó activamente en lo atinente al desplazamiento de alias Matamba, recogiéndolo en el occidente de Bogotá, en inmediaciones al puente de Guaduas, y llevándolo hasta la región de Magdalena Medio. Situación que deviene coherente debido a que un vehículo oficial sería menos propenso a ser sometido a una verificación por parte de la policía en carreteras”, explicó.
Para el juez, la evidencia permite inferir que el capitán fungió un papel de facilitador prestando el vehículo, “estando pendiente de los hechos una vez se detectara la fuga del señor Matamba”. El suboficial cumplió otro papel, puesto que desde su cargo en el Gaula de la Policía iba a tener conocimiento de la investigación que se abriría por la fuga del narcotraficante “Tenía posición privilegiada para tener injerencia en la indagación penal”.
Así quedó claro en una declaración que le fue grabada a El Caballista quien señaló que “El Capi -en referencia a Duque Casas- iba a estar pendiente después del mierdero que se iba a armar tras conocer la fuga”. Teniendo en cuenta sus nexos con la Policía, el hombre tenía conocimiento de las acciones que se iban a adelantar. El juez advirtió que Munévar se ufana en señalar que tenía nexos poderosos, incluso, para borrar evidencia de los actos que cometía. Fue así como dijo que se iba a comunicar con un contacto en la Policía para que borrara los videos de las cámaras de seguridad y eliminar el registro de sus movimientos.
Estos poderosos nexos también fueron tenidos en cuenta por el juez con el fin de proteger y blindar la investigación, puesto que se tiene en cuenta que El Caballista intercedió, incluso, para que el capitán no fue trasladado al departamento del Chocó. “Puede interferir en investigaciones judiciales”.
En el caso de El Caballista se señala que el testigo clave, Manuel Antonio Castañeda Bernal, quien hacía parte de la Unidad Nacional de Protección (UNP) entregó detalles de una reunión que se realizó en un establecimiento ubicado en una bomba de gasolina en el norte de Bogotá, en la cual se finiquitaron los detalles para recoger a Matamba.
Lo dicho por Castañeda coincide con los videos de las cámaras de seguridad internas del establecimiento comercial. Igualmente, se pudo establecer que Munévar dio instrucciones precias para el plan. Las pruebas técnicas, de morfología, pudieron corroborar que en efecto la persona que aparecía en los videos era el hombre conocido como El Caballista.
“Vincula al señor Edgar como la persona que consiguió la camioneta para el transporte para quien se había fugado de la cárcel La Picota, que es la persona que organizó la logística en cuanto al desplazamiento hacia el Magdalena Medio”, precisó el juez al avalar la petición de la Fiscalía General. “Existen elementos que permiten, al menos inferenciar, que se podría vincular al señor Édgar en la fuga de presos”.
Igualmente, tuvo en cuenta que en otras grabaciones aportada por Castañeda se evidenció que habían montado una empresa criminal para el tráfico de droga y otros delitos. Es decir, que no solamente se juntaron para la fuga de Matamba, sino que querían seguir adelante con sus actividades delincuenciales.
La Fiscalía General les imputó los delitos de concierto para delinquir agravado y fuga de presos. Tras la pregunta del juez de control de garantías los dos procesados se declararon inocentes. Para el juez, la gravedad de los cargos y los hechos mencionados revisten de una gravedad absoluta por lo que se debe emitir una medida privativa de la libertad.