La defensa del guardia del Inpec, Milton Libardo Jiménez Arboleda, procesado por su presunta participación y responsabilidad en la fuga del temido narcotraficante Juan Larinson Castro Estupiñán, alias Matamba, cuestionó el actuar de la Fiscalía General en medio de la audiencia celebrada el pasado martes, en la cual se puso de presente la solicitud para modificar la medida de aseguramiento que existe en contra de su cliente.
El abogado Daniel Cardona aseguró que en medio de la audiencia el fiscal del caso aseguró que no se podía avalar la detención domiciliaria, puesto que estaba pendiente una nueva diligencia de imputación de cargos en contra del guardia del Inpec por el delito de homicidio, hecho por el cual, debido a la gravedad del asunto, era imposible realizar la modificación de la medida de aseguramiento que existe en contra de Jiménez, desde el pasado 23 de marzo.
El jurista insistió en que el representante del ente investigador aseguró que ya se había radicado la solicitud de audiencia de imputación y estaba a la espera de la programación de la misma. “Sin embargo, cuál fuera la sorpresa de este defensor al constatar vía correo electrónico que la supuesta solicitud de imputación, que se presentó como un hecho cumplido, realmente fue radicada con posterioridad a la suspensión de la audiencia de sustitución de medida de aseguramiento”.
Para sustentar su queja, el abogado puso de presente las copias del documento de la Fiscalía Especializada Contra las Violaciones a los Derechos Humanos y la respuesta del juzgado primero promiscuo municipal de Caloto (Cauca). Frente a esto señaló que lo dicho por el fiscal podría constituirse en una falta disciplinaria, puesto que hizo afirmaciones falsas e inexistentes
“En efecto, en esa comunicación suscrita por el fiscal Juan Carlos Oliveros se hace constar un hecho que para ese momento no había existido una solicitud de audiencia de formulación de imputación ya radicada. A usted (en referencia al juez) se le hizo creer que eso era un hecho cierto cuando la verdad es que, de conformidad con la cadena de correos que se anexa, esa solicitud se radicó al menos 40 minutos después de suspendida la actuación que ocupó nuestra atención el día de ayer”, precisa.
Debido a esto, considera que los argumentos emitidos por la Fiscalía General para oponerse a la solicitud de modificación de medida de aseguramiento partió de una premisa falsa, lo que va en contravía de la ley. “Como defensor esperaba que la Fiscalía una oposición: esperaba un debate jurídico, de ideas, dialéctico, un debate franco y leal. Lo que nunca podía prever era que se utilizarían documentos que, aparentemente, consignan hechos contrarios a la realidad”.
El jueves 30 de junio el juez se definirá si se avala o no la petición del guardia del Inpec de modificar la medida de aseguramiento. El procesado actualmente se encuentra en la cárcel de Combita, en Boyacá.
El único procesado por la fuga de Matamba
El ente investigador sostiene que el guardia del Inpec habría participado activamente en el plan de fuga de Matamba, dejando las puertas abiertas de uno de los patios para que el narcotraficante saliera sin ningún tipo de inconveniente.
En este sentido, se cita la existencia de un video en el que se observa la forma como dejaba sin seguro la puerta de la reja por donde, minutos después, salió Matamba. Igualmente, se advierte que realizó varias acciones para que nadie se diera cuenta sobre los movimientos del jefe de la banda criminal de La Cordillera Sur, que tenía una estrecha relación con el Clan del Golfo que comandaba Dairo Antonio Úsuga David, alias Otoniel.
En las pruebas se señala que, entre las 00:56 y 01:01 de la madrugada del 18 de marzo, el inspector no cerró correctamente la reja 1-2 de la Picota. En este tiempo se comunicó por radio con el auxiliar bachiller Juan Camilo Ortiz Ruiz, quien se encontraba en el puesto, en la garita 4, para pedirle que se trasladara inmediatamente al puesto externo ubicado sobre la avenida Caracas.
Con esta acción ―reseña el escrito de acusación― se buscaba que el auxiliar se moviera del lugar que tenía a su cuidado y perdiera todo el control visual con el puesto. De esta manera, se facilitaría el paso de Matamba, quien portaba un uniforme del Inpec.
Ese era el último puesto de control por el que tenía que caminar Matamba antes de montarse a un vehículo dentro del penal. En el escrito de acusación se advierte que el ahora procesado instrumentalizó al joven bachiller, aprovechándose de su edad, rango básico y ausencia de inducción.
“Esta situación es aprovechada para que alias Matamba saliera al interior de un vehículo polarizado y al parecer conducido por un servidor público del penal sin ser requisado, debido a la falta de preparación para esta labor del auxiliar bachiller, más aún frente a la posición jerárquica o superior de quien conducía el rodante, descargando la responsabilidad en este joven”, precisa uno de los apartes del escrito de acusación.
Matamba, quien se encontraba en el pabellón de extraditables de la cárcel La Picota, habría pagado cinco millones de dólares para fugarse de la cárcel. El pasado 26 de mayo el presidente Iván Duque confirmó que en un complejo operativo fue abatido en el municipio de Bolívar (Santander).