La Fiscalía General radicó el escrito de acusación en contra del inspector Milton Libardo Jiménez Arboleda, por su presunta participación en los hechos que rodearon la fuga del temido narcotraficante Juan Larinson Castro Estupiñán, conocido con el alias de Matamba, situación registrada en la madrugada del 18 de marzo de 2022.
En los hechos jurídicamente relevantes, la Fiscalía General indica que el guardia del Instituto Penitenciario y Carcelario (Inpec) habría participado activamente en el plan de fuga de Matamba, dejando las puertas abiertas de uno de los patios para que el narcotraficante saliera sin ningún tipo de inconveniente.
En este sentido, se cita la existencia de un video en el que se observa la forma como dejaba sin seguro la puerta de la reja por donde, minutos después, salió Matamba. Igualmente, se advierte que realizó varias acciones para que nadie se diera cuenta sobre los movimientos del jefe de la banda criminal de La Cordillera Sur.
En las pruebas se señala que, entre las 00:56 y 01:01 de la madrugada del 18 de marzo, el inspector no cerró correctamente la reja 1-2 de la Picota. En este tiempo se comunicó por radio con el auxiliar bachiller Juan Camilo Ortiz Ruiz, quien se encontraba en el puesto, en la garita 4, para pedirle que se trasladara inmediatamente al puesto externo ubicado sobre la Avenida Caracas.
Con esta acción ―reseña el escrito de acusación― se buscaba que el auxiliar se moviera del lugar que tenía a su cuidado y perdiera todo el control visual con el puesto. De esta forma, se facilitaría el paso de Matamba, quien portaba un uniforme del Inpec.
Ese era el último puesto de control por el que tenía que caminar Matamba antes de montarse a un vehículo dentro del penal. En el escrito de acusación se advierte que el ahora procesado instrumentalizó al joven bachiller, aprovechándose de su edad, rango básico y ausencia de inducción.
“Esta situación es aprovechada para que alias Matamba saliera al interior de un vehículo polarizado y al parecer conducido por un servidor público del penal sin ser requisado, debido a la falta de preparación para esta labor del auxiliar bachiller, más aún frente a la posición jerárquica o superior de quien conducía el rodante, descargando la responsabilidad en este joven”, precisa uno de los apartes del escrito de acusación.
Por estos hechos, Jiménez Arboleda deberá responder por los delitos de favorecimiento de la fuga en calidad de coautor a título de dolo y abuso de autoridad por acto arbitrario e injusto.
En la actualidad, el inspector del Inpec se encuentra privado de su libertad en la cárcel Picaleña de Ibagué. En la audiencia de imputación de cargos celebrada el 22 de marzo, el procesado se declaró inocente de los hechos, materia de investigación.
El pasado 9 de mayo, desde su centro de reclusión, el guardia del Inpec realizó una carta en la que advertía que al narcotraficante lo habían desaparecido. “Dicho interno (en referencia a Matamba) estaba a punto de declarar la verdad y salpicar funcionarios del Estado”.
Jiménez Arboleda aseguró que en este proceso judicial era un “chivo expiatorio” y se habían creado pruebas en su contra para vincularlo con la fuga. “(...) Me encuentro secuestrado por parte de la Fiscalía, el ente acusador, y se ha incumplido una orden emitida por un juez de la República, el cual ordenó que me llevaran a un establecimiento del Inpec. En la actualidad se me están violando derechos fundamentales, como el derecho a la familia”.
En medio de esta situación, el cabo Jiménez detalló que en una oportunidad les señaló a los guardias, en el búnker de la Fiscalía General, que si no querían que se “dé a conocer la verdad que oculta el Estado o el Gobierno referente a la desaparición de alias Matamba”.
Matamba, quien se encontraba en el pabellón de extraditables de la cárcel La Picota, habría pagado 5 millones de dólares para fugarse de la cárcel. Hasta el sol de hoy, poco o nada se sabe sobre su paradero. Incluso, su defensa ha manifestado que fue asesinado.