Totalmente sorpresivo, así fue el anuncio que hizo Jhonier Leal Hernández de retractarse cuatro meses después de haber aceptado de manera libre y voluntaria su participación en los hechos que rodearon el crimen de su hermano, el estilista Mauricio Leal y su madre, Marleny Hernández, cuyos cuerpos sin vida aparecieron en la casa que compartían en el municipio de La Calera (Cundinamarca).
Pese a que incluso había firmado un preacuerdo con la Fiscalía General en el que se había comprometido a ofrecer excusas públicas a su familia y a la sociedad en general por el atroz crimen, y el pacto de un compromiso para que estos hechos nunca se presentaran, Jhonier aseguró que ahora que es “más claro y consciente” de sus actos desiste a la posibilidad de aceptar su responsabilidad en algo que no hizo. “Soy inocente”.
Reveló que tras declararse inocente, luego de la imputación de cargos fue víctima de presiones que lo llevaron a cambiar radicalmente su posición. “Me dijeron que tenían los recursos para condenarme o hacer que me condenaran a más de 50 o 60 años de cárcel. Yo no quería eso. Para mí fue horrible. Me han doblegado emocionalmente”.
Debido a su falta de recursos económicos y lo costosa que puede ser un abogado penal tomó la decisión de despedir a su abofado y declararse culpable mediante la firma del preacuerdo.
“Si yo no podía pagarle siquiera 20 millones de pesos con la primera defensa que eran las audiencias preliminares, mucho menos tendría 30 millones de pesos más para esta instancia del preacuerdo y mucho menos iba a tener más de 300 o 400 millones de pesos para costear una defensa digna para mí, por lo cual le pedimos respetuosamente a Fiscalía agilizar el proceso con un abogado público”, precisó.
Según Jhonier, desde un principio recibió ofrecimientos para que aceptara cargos pese a que él sabía que no tenía nada que ver con los hechos por los cuales era investigado. Receló que incluso le ofrecieron una sentencia de 17 años de prisión cuando empezó a negociar “ese famoso preacuerdo”. En ese momento consultó con su abogado quien le dijo: “’Jhonier, si no tienes para defenderte es un buen acuerdo. Acepto”.
“Yo lo pensé muy detenidamente y dije bueno, 17 años y medio con todas las rebajas, ya ustedes sabrán cómo son las rebajas, si nos vamos a 3/5 son diez años, ocho meses, y si nos vamos con descuentos por trabajo o estudio, no hubiera estado saliendo en siete u ocho años, aproximadamente. Para lo cual dije: ‘si no tengo recursos, no tengo cómo defenderme, lamentablemente me toca aceptar estos siete u ocho años, pero no 40 o 50 como dijo la Fiscalía”.
Reseñó que su situación es la que viven cientos o millones de personas en todo el mundo, que a falta de recursos para pagar su defensa deciden declararse culpables. Tras hablar con su nueva abogada y su equipo llegó a la conclusión que podía defender y demostrar su inocencia: “Solo espero un juicio justo, transparente, señora Juez, con igualdad de derechos basados en el Código Penal y la Constitución. Espero fueran imparciales y, lo más importante, que no sean presionados a actuar, a actuar por la opinión pública y mediática. Espero de todo corazón, de verdad, sean respetado mis derechos, mi vida y la de mi familia, así como las personas que desean ayudarme”.
“Solo Dios me acompaña”
Jhonier manifestó que en este caso solamente ha sido fundamental el apoyo de su esposa e hijos, quienes nunca han dudado de su inocencia. Acompañado de su nuevo equipo de abogados, que de manera desinteresada tomaron el proceso, ha tomado la decisión de enfrentar un juicio para demostrar que jamás atentó contra la vida e integridad de su hermano y mamá.
En esta lucha, sus familiares han sido víctimas de la discriminación, acusaciones e incluso amenazas, reseñando que fue víctima de una persecución mediática y en las redes sociales. “Soy inocente. Soy una persona que solo he vivido para servir a mi familia. Para servir a mis hijos. Para servir a una sociedad. He trabajado de manera honesta y sencilla. Solamente he vivido para servir a mi familia”.
“Solamente Dios me está ayudando en este proceso”, aseguró el procesado, quien se encontraba en una sala alejada en el búnker de la Fiscalía General. “Somos hijos de Dios, todos somos hermanos y nadie nos puede negar ese derecho y algunas personas, tal vez presionadas, han dicho muchas cosas de mi”.
El próximo 20 de mayo la jueza de conocimiento definirá si acepta la petición de la Fiscalía General de avalar el preacuerdo (pese a la oposición del mismo Jhonier, su defensa y los representantes de víctimas) o si toma una decisión de fondo frente a esta retractación.