En la tarde del sábado 14 de mayo, dos periodistas que se encontraban trabajando en reportería fueron retenidos por miembros de la Policía Nacional de la subestación en Playa Blanca en Barú, cerca de Cartagena.
Mientras se encontraban ejerciendo su labor para el medio brasilero O’Globo TV, el periodista Luis Ángel y la reportera María Luna Mendoza se mostraron indignados a través de una pieza de video que consigna el trato que efectuaron los integrantes de la fuerza pública de la zona norte de Colombia.
Por medio de una publicación en Twitter, la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) compartió la pieza audiovisual en la que se ve a dos policías sujetando con fuerza al periodista Luis Ángel, lo agarran de sus brazos y lo arrastran en medio de la playa.
“Vamos a llamar la fundación para la libertad de prensa”, dice María Luna Mendoza, quien grabó la forma como sometieron a su compañero, mientras él les recalca a los dos policías que no está haciendo nada que la ley se lo impida: “No estoy haciendo nada ilegal”, precisó el reportero.
Por su parte, los policías dijeron que iban a proceder a realizarle una requisa al periodista.
En efecto, la Flip, organización no gubernamental que defiende la libertad de expresión, publicó un trino en el que les solicitó a la Dirección General de la Policía y a la Dirección de Derechos Humanos que “liberen inmediatamente al periodista Luis Ángel y que se abstengan de interponer algún tipo de comparendo en contra de los periodistas”.
“Según la documentación que tenemos, el procedimiento es irregular y va en contra del derecho de los periodistas de investigar”, agregó la Flip. SEMANA se contactó con los periodistas independientes, quienes a través de un comunicado compartieron lo que les pasó.
“Fuimos víctimas de un procedimiento policial abusivo, violento e irregular”, se lee en el comunicado.
Los periodistas cuentan que se encontraban en Playa Blanca trabajando, pero, al momento en el que grabaron unas imágenes de la estación de Policía de ese lugar, fueron abordados por dos subintendentes de la Policía, por varios patrulleros y por un grupo de hombres del Grupo de Operativos Especiales de Seguridad (Goes).
De acuerdo con las declaraciones, uno de los miembros de la fuerza pública le pidió a Luis Ángel su identificación, por lo que prosiguió a entregar el documento. “Procedí, de inmediato, a entregarle mi cédula y el carnet que me acredita como periodista”, precisó el reportero.
“Tras entregarle los documentos, el policía impidió que yo grabara con la cámara el procedimiento. Yo, ejerciendo mi derecho a hacerlo, insistí en grabar. Luego me dijo que me conduciría a la estación de policía, a lo que yo me negué. Ante mi negativa, el subintendente me tomó por la fuerza de ambos brazos, diciendo que me iba a requisar. Después, dos policías me tomaron del cuerpo y me condujeron, forzadamente, a la estación”, agregó.
No obstante, el trato que recibió Luis Ángel prosiguió pues, según el relato, recibió un golpe en las costillas y un empujón de un policía que lo hizo caer al suelo. Por su parte, su compañera, la reportera María Luna Mendoza, intentó permanecer en la estación mientras consignaba a través de su teléfono celular lo que sucedía.
Sin embargo, en vista de ello, los periodistas dicen que la mujer fue sujetada de los brazos y empujada por un miembro del Grupo de Operativos Especiales de Seguridad.
“Tanto María Luna como yo les preguntamos en reiteradas ocasiones por qué procedían de esta manera. Nos respondieron que no podíamos hacer imágenes en el lugar y que, para eso, necesitábamos su permiso. No nos dieron otra respuesta”, detalló Luis Ángel.
Conjuntamente, dentro de la estación, cuentan que uno de los policías amenazó al periodista con llevarlo a la Sijín para ser investigado. Incluso, comunican que el subintendente hizo una anotación, en su libro de anotaciones, donde le solicitó a Luis Ángel firmar para poder salir del sitio sin un comparendo.
La anotación dice: “El señor Luis Alberto Ángel se retira de las instalaciones policiales sin haber sufrido ningún tipo de maltrato físico ni psicológico”.
Al negarse a firmar la anotación, los encargados tomaron la decisión de ponerle un comparendo al hombre por, presuntamente, violar el artículo 35 del Código de Policía, el cual establece los comportamientos que afectan las relaciones entre las personas y las autoridades.
“No me dejaron ir de la estación sino dos horas después. Mientras esperábamos a que me dejaran ir, a María Luna le ordenaron que dejara de grabar y la amenazaron con ponerle un comparendo”, señaló Ángel.
En consecuencia, los dos reporteros lamentan que sus derechos a la libertad de prensa, a la libertad de expresión y a la libertad de locomoción hayan sido vulnerados. Además, hacen un llamado para que las autoridades policiales conozcan y respeten el ejercicio del oficio periodístico y las normas que lo amparan.
Policía responde
El brigadier general Nicolás Zapata Restrepo, de la Policía Metropolitana de Cartagena de Indias, compartió un comunicado a través de su cuenta de Twitter en el que dio a conocer el procedimiento que se efectuó ante el periodista.
Efectivamente, el emitido dice que observaron a una persona grabando, al parecer, las instalaciones de la subestación de policía. Según las primeras informaciones, Ángel se negó a entregar la documentación y por eso fue llevado a la instalación policial para poder ser identificado, pero eso aún está en proceso de verificación.
La fuerza pública de la zona norte del país detalla que el periodista no fue, en ningún momento, detenido. “Una vez en el lugar, se identificó con su cédula de ciudadanía y el documento que lo acredita como periodista”, se lee.
En adición, dicen que se le puso un comparendo por el artículo 35, numeral 2 del Código Nacional de Seguridad y Convivencia, “por incumplir, desacatar, desconocer e impedir la función o la orden de Policía”.
Para finalizar, se explica que el ciudadano se retiró de las instalaciones y están trabajando para verificar los pormenores del procedimiento. Así mismo, sostienen que la institución es respetuosa de la libertad de prensa.