En la mañana de este lunes empezó ante el juzgado 71 de control de garantías de Bogotá la audiencia de imputación de cargos en contra de Javier García Rojas, alias Maracuyá, uno de los denominados narcos invisibles, quien durante años posó de empresario y constituyó toda una red para darle apariencia de legalidad al dinero obtenido por el tráfico de drogas.
La Fiscalía General le imputará los cargos de lavado de activos, enriquecimiento ilícito y concierto para delinquir agravado. Igualmente, pedirá una medida de aseguramiento en contra del narcotraficante para evitar su fuga y proteger a la sociedad.
Sin embargo, la diligencia judicial, por petición de la Fiscalía General, la audiencia se adelantará de manera reservada. Esto debido a que se revelarán los nombres de otras personas que están relacionadas con las actividades ilegales que adelantó alias Maracuyá durante varios años.
Entre estos, estarían varios funcionarios de la Fiscalía General que habrían colaborado con la red criminal de García Rojas. La revelación de estos nombres llevó a que el juez de control de garantías tomará la decisión de evitar el ingreso de medios de comunicación y público en general para proteger y blindar la investigación.
Maracuyá fue capturado el pasado 25 de julio en un operativo conjunto en la ciudad de Cali. En meses anteriores, millonarios bienes que habían sido adquiridos con dineros del narcotráfico fueron ocupados por las autoridades en la capital del Valle del Cauca e Itagüí.
La Fiscalía General también capturó a Ana Ruth García y otras cuatro personas que harían parte de una organización criminal que usaba fiducias para lavar dinero del narcotráfico. Las autoridades identificaron siete empresas que harían parte del entramado criminal.
En estas acciones fueron detenidas una decena de personas que se habrían prestado para ser testaferros del narco invisible. La investigación arrojó que para lavar miles de millones de pesos, los implicados usaban los servicios, al parecer, de una fiducia. Además se investiga si a través de actos de corrupción, los implicados lograron evadir otras investigaciones que se adelantaban en su contra.
Es de anotar que otro golpe a los narcos invisibles se dio contra alias Toño, quien buscaba replicar una especie de Hacienda Nápoles como la de Pablo Escobar. Según las autoridades, Juan Antonio Gil Díaz, alias Toño, era también proveedor de armas y explosivos del Tren de Aragua.
De acuerdo con la Policía, el complejo recreacional de Gil Díaz, ubicado en zona rural del municipio de Paratebueno (Cundinamarca), ya contaba con cuatro grandes y modernas construcciones, una piscina de gran tamaño, amplias zonas de juegos y un exclusivo bar con toda clase de licores importados. Adicionalmente, en sus praderas pastaban caballos de paso fino y más de un centenar de cabezas de ganado.
La operación final para visibilizar a alias Toño comenzó en noviembre pasado, cuando las autoridades francesas alertaron a la Policía Nacional sobre la posible presencia de este delincuente en Colombia, a quien investigan desde marzo de 2023 como presunto responsable de un cargamento de ocho toneladas de cocaína incautadas en la Guayana Francesa.
“Sin embargo, la activa cooperación interinstitucional e internacional permitió establecer que, desde pistas clandestinas ubicadas en Meta y Casanare, transportaba cargamentos de droga hacia Venezuela, de donde huyó hacia Colombia tras una operación en el estado de Sucre, donde las autoridades de ese país le desmantelaron dos centros de acopio de estupefacientes y le incautaron más de 52 fusiles, munición, cuatro embarcaciones y un semisumergible”, precisó la Policía Nacional en un comunicado.
A su vez, indicó que, durante la operación, se incautaron 40 millones de pesos y 3.200 dólares en efectivo. También fueron capturados otros cuatro integrantes de esta misma organización, conocidos con los alias de Felipe, Maikel, José y Ángel, quienes lideraban el equipo de seguridad del cabecilla.