Pasan los años y, con ellos, el esfuerzo de la familia Samboní para salir adelante. Sin embargo, cada vez que comienza diciembre vuelve una pesadilla: el dolor por el asesinato de Yuliana, una niña de 7 años, asesinada el 4 de diciembre de 2016, después de haber sido secuestrada por Rafael Uribe Noguera.

El recuerdo de su hija vive y aún está enterrado en sus corazones. Es algo que siempre va a faltar. Sin embargo, a esto se añade que todo lo que les fue prometido para intentar “reparar” su pérdida, no les había sido cumplido la última vez que hablaron públicamente, a principios de 2020.

En contraste, Rafael Uribe Noguera, el confeso violador y asesino de la niña, continúa en prisión cumpliendo una condena de 50 años en la Cárcel de Máxima y Mediana Seguridad de Valledupar, conocida como “La Tramacúa”, donde están y han estado algunos de los criminales más repudiados de Colombia.

Pocas horas después de cometer el crimen, la Policía ya tenía identificado a Rafael Uribe Noguera como el autor del macabro asesinato de la niña de 7 años de edad, Yuliana Samboní.

La última vez que Juvencio Samboní, el padre de Yuliana, concedió una entrevista, fue en febrero de 2020, justo antes de que estallara la emergencia sanitaria por la covid-19. Entonces le contó a la Agencia de Periodismo Investigativo (API) la compleja situación por la que han atravesado tras el repudiable crimen contra su pequeña.

Tanto el señor Juvencio, como su esposa Anely Muñoz y los hermanitos de Yuliana, quienes vivían en el barrio Bosque Calderón, en el oriente de Bogotá, se vieron obligados a abandonar la capital y regresar al departamento del Cauca, en donde actualmente viven.

Allí intentan llevar una vida tranquila a pesar de no tener muchas cosas. El papá de Yuliana Samboní confirmó en la entrevista que en todo el tiempo que ha pasado no han recibido respuestas de las promesas que le hicieron a su familia, como una indemnización y un subsidio de vivienda que les ofreció el Gobierno nacional para que pudieran “comenzar de ceros”.

“Aunque quiera o no quiera, toca salir, luchar a donde uno le parezca más fácil”, dijo Juvencio.

Al contrario, mencionó que únicamente recibieron por parte del Ministerio de Agricultura 30 gallinas, unos bultos de cemento y 200 ladrillos. Esta información ya la había dicho en 2019, durante una entrevista con La W.

“Hubo muchas cosas que legalmente no fueron ciertas. Primero nos dijeron que nos iban a regalar un lote y eso no se dio. Luego, cuando se dio la condena del señor Uribe Noguera, salió en los medios que tenía que pagar una multa y que eso iba a ser para la familia y tampoco fue. Todo fue mentira”, indicó el padre de la menor para la Agencia de Periodismo Investigativo.

Grandes multitudes acompañaron las honras fúnebres de Yuliana Samboní en ceremonias en Bogotá, Popayán y Bolívar (Cauca), en 2016.

Para concluir, Juvencio Samboní dijo que espera que con el tiempo “vaya sanando y sacando la rabia”, pero que todavía es muy difícil perdonar de la noche a la mañana. Incluso, hizo un llamado ante las autoridades para que jamás vuelvan a registrarse casos como los que su familia y él vivieron, sino que los niños del país sean protegidos y no sigan siendo víctimas de estos atroces crímenes, además de que el responsable cumpla una condena ejemplar.

Entre tanto, recientemente se conoció que uno de los guardias del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) habló con el periódico El Tiempo y aseveró que las condiciones en las que permanece Rafael Uribe Noguera en la cárcel son extremas. De hecho, aseguró que el violador y asesino de Yuliana Samboní pasa sus días realizando maquetas, planos y artesanías con las que busca reivindicarse por el macabro hecho que cometió.

Rafael Uribe compareció por videoconferencia desde la cárcel La Picota.