Un peso pesado llegó a la campaña de Juan Manuel Santos: el expresidente liberal y exsecretario general de la OEA César Gaviria Trujillo. Su ingreso a la coalición que busca la reelección del presidente se produce en momentos de enorme protagonismo de Álvaro Uribe Vélez. De esta manera, dos expresidentes arroparan en la plaza pública a sus respectivos candidatos. Gaviria con Santos y Uribe con Óscar Iván Zuluaga, del Centro Democrático. El debut de Gaviria será este mismo viernes en Valledupar, en donde tradicionalmente los liberales gozan de gran aceptación. el exmandatario liberal ha sido especialmente crítico de la actuación de Uribe. ¿Qué opina de las salidas del expresidente Uribe, de sus trinos?, le preguntó la periodista María Isabel Rueda esta semana en un reportaje publicado en El Tiempo: “Son como para incendiar al país. Siempre habla con rabia, con odios, con espíritu destructivo. Ni siquiera la extrema izquierda armada ataca las instituciones y los gobernantes con tanta obsesión. Él está en guerra sucia desde el primer día del gobierno Santos. Y ahora resulta que es Santos el de la guerra sucia. ¡Qué paradoja! Lo que nos ha faltado a los amigos de Santos es defenderlo de las permanentes acusaciones injustas de que ha sido víctima”, respondió. “Pasemos al capítulo Óscar Iván Zuluaga, le dijo Rueda, cuya campaña contrató a una oficina de ‘hackers’, como tienen todos los candidatos para manejar redes sociales. ¿Qué diferencia hay?”. “Claro que los colombianos que son enemigos del proceso de paz tienen el derecho a las acciones legítimas, a buscar los argumentos a través de las redes sociales o los medios tradicionales. Pero contratar hackers para que de manera ilegal chucen los teléfonos de los negociadores, roben información reservada de la Policía, generen documentos incendiarios y neofascistas y luego vendan tal información al mejor postor es una cadena de delitos. Ellos no contrarrestaban rumores falsos sino que creaban. Y según el Fiscal, estaban conectados con la Fuerza Pública”, sentenció Gaviria. Un momento crucial El ingreso de Gaviria a la campaña se da en momentos en que Santos muestra un estancamiento e incluso caída en las encuestas, mientras que Zuluaga muestra una tendencia alcista. Un despacho del periodista Jaime Ortega Carrascal, de la agencia EFE, enviado a sus abonados en la tarde de este jueves dice que el resultado de las elecciones presidenciales colombianas del 25 de mayo se presenta impredecible cuando faltan sólo diez días para la cita en la urnas, a juzgar por las encuestas de intención de voto que vaticinan que habrá una reñida segunda vuelta. Lo que durante cinco meses fue una campaña tediosa por la falta de propuestas para el país y de carisma de los cinco candidatos en disputa, se ha calentado en las últimas semanas por los escándalos destapados en las dos principales campañas y por los resultados de las encuestas. En noviembre pasado, cuando el presidente Santos confirmó su decisión de buscar en las urnas un segundo mandato, las encuestas le daban una superioridad sobre sus rivales pero sin la holgura suficiente para ganar en primera vuelta, al tiempo que le pronosticaban un triunfo cómodo ante cualquier oponente en la segunda, prevista para el 15 de junio. Desde entonces, y pesar del despliegue de propaganda de la campaña y de un Gobierno que tiene buenos resultados para mostrar tanto en lo económico como en lo social, la opción de Santos ya no aparece tan clara, aunque sigue siendo el favorito, no tanto porque haya perdido apoyos sino por el crecimiento de sus rivales. Días de incógnitas Según una encuesta de la firma Cifras & Conceptos divulgada este jueves por Caracol Radio y Red + Noticias, la segunda vuelta es inevitable y el resultado es una completa incógnita. El presidente-candidato, abanderado de la coalición Unidad Nacional formada por el Partido de la U, el Liberal y Cambio Radical, tiene el 27,7 % de las intenciones de voto, tres décimas de punto más que en abril, mientras que Óscar Iván Zuluaga, del movimiento uribista Centro Democrático, subió 4,5 puntos en el mismo periodo, hasta el 23,9 %. En tercer lugar, estable con el 10 % se sitúa la izquierdista Clara López, del Polo Democrático Alternativo; mientras que Enrique Peñalosa, que en abril se perfiló como una opción a las visiones antagónicas de Santos y Zuluaga, especialmente frente al proceso de paz con las FARC, cayó medio punto, hasta el 9,7 %. Con un discreto repunte de cuatro décimas cierra la lista de opciones de voto la conservadora Marta Lucía Ramírez, con el 8,7 %. Lo más complicado pinta para la segunda vuelta, en la que Santos aparece en situación de empate técnico con cualquiera de sus cuatro rivales, una situación inédita hasta ahora. La encuesta de Cifras & Conceptos, que tiene un margen de error del 2,9 %, además de confirmar la tendencia de crecimiento de Zuluaga que ya mostraron otros sondeos en las últimas semanas, muestra que Santos conseguiría en una hipotética segunda vuelta su victoria más holgada ante Peñalosa (31,4 % contra 29,9 %), es decir una ventaja de sólo un punto y medio. Con Zuluaga, el margen sería igualmente estrecho, de 0,6 puntos, pero a favor del candidato opositor, que lo superaría con el 34,2 % contra el 33,6 % del presidente-candidato. "Estamos ante la incertidumbre total; hace mucho rato, quizás desde la elección de 1970, entre Gustavo Rojas Pinilla y Misael Pastrana, no teníamos una elección de estas características", dijo el analista político Fernando Giraldo, profesor de la Universidad Javeriana de Bogotá. En aquella elección, Pastrana, que representaba al Frente Nacional, una coalición de los partidos Liberal y Conservador, que históricamente se habían repartido el poder, ganó al disidente general retirado y exdictador Rojas Pinilla con una ventaja de sólo 1,6 puntos, un cuestionado resultado que fue el germen del grupo guerrillero M-19. En una segunda vuelta suele haber factores nuevos que pueden inclinar la balanza hacia uno u otro candidato, como las alianzas, cambios de estrategia y hasta los escándalos políticos, pero Giraldo considera que Santos debe ampliar su ventaja en las urnas el 25 de mayo a por lo menos cinco puntos para ir más cómodo a la ronda decisiva del 15 de junio. “El tema del proceso de paz va a ser decisivo”, según el analista, quien considera que si el tercer punto de la negociación con las FARC en Cuba, sobre drogas ilícitas, “concluye antes del 25 de mayo o antes de la segunda vuelta, va a favorecer a Santos”. Como ha ocurrido otras veces, la llave de la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo, puede estar en manos de los indecisos, que en esta ocasión representan un porcentaje grande del electorado colombiano. Para la primera vuelta, el voto en blanco (11,5 %) y los que no saben o no responden (8,5 %), representan una quinta parte de los votantes, según la encuesta, pero para la segunda el porcentaje de indecisos supera el 32 % en cualquiera de los escenarios, llegando a un máximo del 39,5 % en caso de que los rivales sean Santos y la izquierdista López. “Ante la ausencia del debate político que se necesitaría para poder tomar una decisión, parece haber un número creciente de colombianos en una indecisión enorme, sin saber por quién votar”, señala Giraldo, quien considera esta situación “una calamidad política” para el país. Y es en este escenario, en el que Santos ficha a un peso pesado de la política colombiana. El expresidente Gaviria quien deja aún lado sus reflexiones intelectuales para volver a la plaza pública.