El general Óscar Murillo Díaz, denunciado en 2019 por presunto acoso sexual, fue nombrado en el gobierno del presidente Gustavo Petro nuevo comandante de la Séptima División.
Lo paradójico es que un día antes de ese relevo, el 24 de agosto de 2022, la oficina de Género del Ejército Nacional le remitió a quien ocupaba ese mismo cargo, el general Juvenal Díaz Mateus, las recomendaciones a tomar frente a tan grave denuncia contra Murillo. Entre ellas estaban estudiar la viabilidad de iniciar las acciones disciplinarias y remitir la denuncia al ámbito penal.
La solicitud se hizo “atendiendo que las narrativas expuestas no solo denotan falta de ética, pérdida de principios, valores, virtudes militares, incumplimiento a las políticas del comandante del Ejército Nacional, sino posibles conductas constitutivas de delito que requieren ser objeto de investigación penal”, dice la carta enviada a la Séptima División como medida correctiva.
Lo que llama la atención es que Murillo, quien asume el cargo, es el mismo que debe ser investigado, lo que genera inseguridad jurídica en el subteniente que denunció el acoso sexual. Este uniformado, quien ha visto cómo pasaron varios años sin que avanzara la investigación y que, por el contrario, sintió que recibió represalias, según dijo, decidió pedir la baja ante esta situación.
En un documento que conoció en exclusiva SEMANA se conoce que, precisamente, el hecho de que el oficial que trabaja en la oficina de comunicaciones pidiera la baja fue lo que detonó que el entonces saliente comandante de la Séptima División adoptara medidas, no solo para investigar el hecho, sino para evitar que se presenten otros similares.
“Me permito informar a mi general que, en desarrollo de la reunión realizada por la Dirección de Comunicaciones Estratégicas el pasado 23 de agosto de 2022, de la cual hizo parte esta dependencia, como respuesta a la solicitud de retiro voluntario presentada por el señor subteniente, [él] narró el presunto acoso sexual laboral del cual fue objeto por parte del señor Brigadier General Óscar Murillo Díaz durante el año 2019, cuando fungía como Comunicador Social y Periodista de la Décimo Quinta Brigada del Ejército Nacional (BR15) con sede en Quibdó (Chocó)”, se lee en el documento.
Entre las cosas que sobresalen está que solo hasta que el oficial decidió pedir la baja de la institución se pide seguir con tales lineamientos, cuando los hechos ocurrieron tres años atrás y la denuncia no es reciente.
Murillo, el nuevo comandante de la Séptima División, tendrá que asumir unas medidas preventivas, como que el asesor jurídico militar deba realizar capacitaciones extracurriculares sobre el contenido de las normas de conducta del militar colombiano y del Código Disciplinario Militar.
También hay un capítulo importante para evitar la revictimización del denunciante.
De igual manera, se conoció que el subteniente que se declara víctima también habría sido denunciado por sus compañeros por, presuntamente, haberlos acosado sexualmente.
Los hechos que rodean este nuevo escándalo del Ejército Nacional hasta el momento son materia de investigación.
SEMANA habló con el general denunciado, Óscar Leonel Murillo Díaz, y este indicó a este medio que durante más de 33 años de trayectoria como miembro del Ejército no ha incurrido en delitos: “Puede preguntarle a cualquier soldado o militar, porque llevo muchos años formando a jóvenes para defender la República, ellos podrán decir quién es Óscar Murillo”.
Además, aclaró que está casado desde hace 25 años, que tiene una esposa e hijos a los que respeta, como respeta a cualquier ser humano, y que por eso mismo exige respeto. Señaló que, pese a que ya fue designado por el Gobierno para ocupar el cargo de comandante de la Séptima División, solo hasta dentro de unos días se hará oficial su nuevo cargo, pues está en los procesos de recepción de la división.
Por otro lado, anunció acciones judiciales en contra de quien afecte su buen nombre. Según él, no pondrá límites a las investigaciones que se adelanten en su contra. “En algún momento alguien saldrá a decir que el general Óscar Murillo es inocente”, puntualizó.
¿Qué dice la institución?
Desde el Ejército Nacional responden que “a partir del conocimiento de los presuntos hechos adelantó de manera oportuna las medidas administrativas de resguardo, protección, no revictimización y el acompañamiento integral a las partes involucradas, en observancia total a los protocolos y leyes existentes frente al tema, y, así mismo, actuando bajo los principios del respeto, debido proceso e intimidad de las personas”.