El general (r) Nicacio Martínez tiene la palabra. Cuatro días después de que SEMANA revelara las pruebas de cómo el Ejército ejecutó un programa de seguimiento ilegal contra exministros, funcionarios de la Presidencia, generales, políticos y sindicalistas, en una entrevista con Noticias Caracol, el alto oficial se defendió de los señalamientos.  Un par de horas después de que el Gobierno revirtió la decisión de nombrarlo agregado militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan), se conocieron sus primeras versiones sobre el escándalo. "Nunca he dado ninguna orden de hacer seguimientos o chuzadas. Tampoco tenemos la capacidad de hacerlo", fue lo primero que dijo. 

Aunque el general (r) Martínez ha manifestado en diferentes oportunidades que su salida del comando general obedeció a razones familiares, en enero SEMANA reveló que hay otro tema de fondo. El oficial abandonó su cargo porque algunos de sus subalternos se dedicaron en el último año a desplazar sus unidades móviles y a utilizar sus equipos de última generación para saber en qué andan varios personajes de la vida pública. 

Esa es la razón por la que su nombre vuelve a estar en el centro de la polémica. Esta especie de espionaje informático ocurrió entre febrero y comienzos de diciembre de 2019, cuando el oficial servía como comandante del Ejército y Guillermo Botero estaba al frente de Ministerio de Defensa.  "Si alguna persona de Inteligencia o de la institución hizo algo, sería de manera soterrada. Si yo hubiera tenido el conocimiento, habría sido el primero en denunciar. Esto va en contra de los principios, de las políticas. Eso lo he defendido siempre", señaló. 

El general Martínez también se refirió a la decisión del Gobierno de tumbar su designación ante la ONU. Dijo: "Lamento profundamente la decisión, pero la acojo como he acogido todas las decisiones que él ha tomado (...) Yo no solicité irme para allá. Quien me designó fue el señor presidente en su momento".  Finalmente, el alto oficial pidió celeridad a los entes de control y al mismo Ejército, para aclarar lo que está pasando. Este lunes, precisamente, se supo que la Fiscalía asumirá la investigación de este nuevo capítulo de espionaje y unirá la evidencia al proceso que tiene abierto contra el alto oficial.  En ese momento, esta misma revista reveló, a través de la investigación ‘Chuzadas sin cuartel‘, que tuvo acceso a fotografías, documentos secretos, videos de seguimiento y más de una docena de fuentes directas que demuestran que las chuzadas ilegales siguieron (al menos el año pasado) más vivas que nunca. Esa situación desembocó en una apertura de investigación contra el entonces comandante del Ejército, que pronto deberá ser llamado a declarar en el caso. 

La Procuraduría, por su parte, recibirá esta semana el expediente del caso y la Contraloría enviará una comisión para que revise si el "dinero que se usó para hacer esos seguimientos y para financiarlos eran en efecto de los gastos reservados".