La investigación en curso sobre la presunta incursión de soldados del Ejército Nacional disfrazados como disidentes de las Farc a la vereda Bocas del Manso, en Tierralta, Córdoba, el pasado 11 de septiembre, está tomando un sorprendente giro de 180 grados. SEMANA tuvo acceso a varios audios que sugieren que los residentes de la zona podrían haberse puesto de acuerdo para montar un “guion” sobre lo que ocurrió ese día.
En los mencionados audios se escucha a un líder local, cuya identidad está siendo verificada, dando instrucciones detalladas a un grupo de pobladores. El propósito de estas directrices parecía ser la coordinación de versiones falsas, la difamación del Ejército Nacional y la amplificación de los eventos ocurridos en la zona. La intención era exagerar los acontecimientos para acusar a los militares de aterrorizar a la comunidad y abusar de su autoridad. Todo esto, al parecer, con complicidad de ese grupo de uniformados, de miembros del Clan del Golfo y de una ONG.
Este inesperado desarrollo plantea interrogantes sobre la veracidad de los hechos reportados inicialmente y la necesidad de una investigación exhaustiva para aclarar lo sucedido. Ante este escándalo, el general (r) Eduardo Zapateiro condenó los hechos y aseguró que la dignidad del Ejército Nacional quedó por el piso.
“¡Colombianos! Esto es una canallada, bellaquería y muy perverso. ¿Ahora quién le pedirá perdón a los soldados del Ejército Nacional? Institución amada por los Colombianos. ¿Quién le devolverá la dignidad a los hombres que fueron acusados y retirados de sus cargos?”, escribió por medio de su cuenta en X.
Los audios con el “guion” para inculpar al Ejército
A lo largo de sus instrucciones, que quedaron registradas en un audio de unos seis minutos, el líder local enfatizó la importancia de proporcionar todos los detalles para dejar en claro que estaban experimentando amenazas de manera continua.
“El Ejército estuvo en mi casa, yo no voy a dar la mejor referencia del Ejército. Yo qué voy a decir, es que se metieron en mi casa, me dañaron la puerta, y a pesar [de] que tenía una chapa y un candado, hicieron y rebuscaron sin una previa orden. Todo eso, uno tiene que ir analizando”, indicó el líder.
De igual forma, pidió que la comunidad enfatizara en decir que “también llegaron a mi casa, me estropearon a los trabajadores, alguna cosa, y dijeron que nosotros hacíamos parte de tales. Todas esas cosas. Las estigmatizaciones hoy cuentan”.
En el audio, el líder reconoció, una y otra vez, la necesidad de exagerar absolutamente todo, unificar la narrativa de abuso a la comunidad y entregar acciones que, al parecer, no corresponden del todo a la realidad. “Todas esas narraciones de los hechos que hemos tenido de dos años para acá, ustedes piensan hacerlo allá”, dijo.
Mientras se escuchaban voces de respaldo a su lado, el líder indicó claramente que el punto máximo era el 11 de septiembre. Ese día se pondría en marcha el plan que él mismo denominó “la gota que rebasa la copa”. Por lo que pidió ayuda de las personas que están ahí para que difundan la narrativa.
“Nosotros estamos alrededor, así no estemos, muchachos, así no estemos”. Con un tono de burla, aseguró que tocaba aplicar lo que se conoce como “inteligencia indígena”. En ese momento, intervino otra persona que dio instrucciones sobre la forma en que se debían ubicar ese día. El líder tomó nuevamente la palabra y afirmó, esta vez sin dudas, que deben inventar parte de la historia, puesto que él dirá algo “así no haya pasado”.
“Nosotros también desligamos muy cerca de la Boca del Manso y en esos mismos territorios en el que yo habito, en el que mi comunidad habita, hay tropas y nos han hecho los mismos atropellos y nos desplazamos acá porque nuestra comunidad vecina le hicieron lo mismo y nosotros estábamos alrededor y listo”, añadió.
Con el fin de establecer que todos estuvieran atendiendo las instrucciones, reiteró los hechos que debían narrar: “Llegaron unas tropas, en cabeza del Ejército Nacional de Colombia, se uniformaron como un grupo guerrillero, y se presentaron y dijeron que era del quinto frente de las Farc, que venía siendo como una disidencia”.
Y agregó: “El 11 de septiembre, en la vereda Bocas del Manso, hubo unas infracciones al Derecho Internacional Humanitario donde un grupo del Ejército Nacional se disfrazó de un grupo armado ilegal. Mejor, se presentó siendo el quinto frente de las Farc, en este caso hablaríamos de la disidencia, donde sabíamos que eran hombres del Ejército, ¿verdad?”. Enfatizó. “¿La tenemos clara?”.