El miércoles 21 de septiembre, a primera hora del día, un hecho estremeció a Bogotá y al país entero. La noticia de que un carro había caído al vacío en el Salto del Tenquendama, cerca al municipio de Soacha, en Cundinamarca, se convirtió en noticia nacional en cuestión de instantes.
Se trataba de un automóvil particular, de color rojo y matriculado en Bogotá con placas RMW 778. El hecho ocurrió en el kilómetro 8 más 500 metros en la vía que comunica a Bogotá con el municipio de Mesitas del Colegio, jurisdicción de San Antonio de Tequendama.
La tragedia sucedió alrededor de la 1:00 a. m. Un joven trabajador de una obra que se adelanta en la zona, fue el encargado de reportar a las autoridades el trágico accidente. Lo ocurrido sorprendió a todos los residentes del sector.
La primera versión que empezó a circular era que al interior de vehículo viajaba el conductor, acompañado al parecer de una mujer, por lo que ese mismo miércoles, cuando apareció la luz del sol, los organismos de socorro iniciaron la búsqueda de las dos posibles víctimas del siniestro.
Bomberos de San Antonio del Tequendama, de Soacha, de Cundinamarca, además de la Defensa Civil y Cruz Roja, fueron los encargados de adelantar las labores de rescate. Las condiciones climáticas y las características propias del terreno, complicaron la búsqueda y el miércoles hacia las 8:00 p. m. se suspendió el operativo sin éxito alguno, aunque el automóvil totalmente destruido sí había sido ubicado, pero estaba totalmente vacío.
Ese mismo día se conoció la identidad de la persona que iba manejando el carro. Se trataba de Gerardo Segura, un hombre de unos 48 años de edad, dueño de uno de los restaurantes del municipio de San Antonio del Tequendama, de gran importancia turística en Cundinamarca.
Cuando se conoció la noticia, algunos familiares de Segura, en entrevista con un medio radial, afirmaron que el hombre padecía de un cuadro de depresión, por lo que se empezó a rumorar que lo acontecido se trató de un posible hecho de suicidio.
No obstante, posteriormente familiares más cercanos de Gerardo Segura negaron este episodio de depresión. Gerardo, quien fue concejal de San Antonio del Tequendama, estaba casado, tenía dos hijos, y se caracterizaba por ser muy amigable y muy cercano con sus empleados y conocidos.
En la noche del martes, horas antes de caer al vacío, Gerardo estaba en Soacha, visitando a su esposa y a sus dos hijos, quienes viven en este municipio por cuestiones laborales y académicas. Estuvo allí hasta altas horas de la noche, porque lo que se habló que la causa del accidente pudo haber sido un microsueño.
El jueves, a las 6:00 a. m., se reactivó la búsqueda. Ya habían pasado más de 24 horas y los socorristas, con soga en mano para salvarguardar su integridad, seguían bajando terreno abajo, pues se trataba de un abismo de más de 800 metros, para buscar los cuerpos de las víctimas. Si bien el jueves el esfuerzo fue en vano, pues no se encontraron cuerpos, los bomberos lograron identificar tres zonas de impacto en donde el vehículo colisionó.
El viernes en la mañana, después de investigaciones al respecto, se descartó por completo que Segura estuviera acompañado, como se rumoró en un principio, por lo que los organismos de socorro reactivaron la búsqueda, esta vez, de un solo cuerpo y ya no de dos cuerpos.
“Se había dado información que el conductor iría acompañado de una persona que trabajaría en el restaurante del que era propietario, pero a todos los empleados se les realizó llamadas, y todos están sanos y salvos, por lo que se descarta que estuviera acompañado”, afirmó a SEMANA en su momento el subteniente Christian Quiroga, comandante de Bomberos Voluntarios de San Antonio del Tequendama.
Antes del mediodía del viernes, el cuerpo de Segura, por fin apareció. “Siendo aproximadamente las 11:53 a. m., y de acuerdo al último reporte entregado por el puesto de mando implementado en el Salto del Tequendama, es encontrado el cuerpo sin vida de una persona de sexo masculino de aproximadamente 48 años de edad”, comunicó el capitán Álvaro Farfán, delegado del Cuerpo de Bomberos de Cundinamarca.
El rescate del cuerpo fue bastante complicado y solo hasta pasadas seis horas de haber sido encontrado, fue que los socorristas lograron extraerlo hasta la parte superior. Así, luego de 60 horas de una maratónica búsqueda, terminó la trágica historia que protagonizó Segura.