SEMANA: ¿cuáles fueron esas cinco propuestas que planteó el consorcio chino para modificar la primera línea del Metro de Bogotá?

Leonidas Narváez (L. N.): la empresa china, en respuesta a la solicitud que el señor presidente le había hecho hace unos meses para que presentara un informe de las posibilidades de subterranizar parcial o totalmente la avenida Caracas, presentó cinco posibilidades o alternativas que las podemos clasificar en dos grupos: tres alternativas subterráneas que lleguen hasta la calle 100 y otras dos alternativas que llegan hasta la calle 72, hasta donde hoy está estipulado que debe llegar el metro.

La alternativa uno, subterranizar desde la estación 10, en la carrera 27 con calle primera, hasta la calle 100; la alternativa dos, iniciar el tramo subterráneo después de la estación 14 en la calle 53 con Caracas, hasta la calle 100; y la alternativa tres, iniciar la subterranización en la calle 72 con Caracas, hasta la calle 100.

Las otras dos alternativas no iban hasta la calle 100, sino hasta la calle 72. La alternativa cuatro, iniciando en la estación 8 en la Avenida Primero de Mayo con carrera 50, hasta la calle 72; y la alternativa cinco, iniciando en la estación 8, en la carrera 27 con calle primera, hasta la calle 72.

De estas cinco alternativas, la empresa china recomendó básicamente, después de los análisis jurídicos, técnicos y financieros, que la mejor opción era subterranizar ampliando la primera línea del metro desde la calle 72 hasta la calle 100; sin embargo, el presidente manifestó que era la alternativa cuatro la que le parecía más conveniente, lo que significa subterranizar 13 kilómetros, de los 24 que tiene la primera línea del Metro Bogotá.

Presidente Gustavo Petro en la Casa de Nariño evaluando el proyecto del Metro de Bogotá. | Foto: Presidencia de la República

SEMANA: ¿esa fue la contrapropuesta que presentó el presidente Petro?

L. N.: básicamente no es una contrapropuesta, sino que más bien el presidente identificó la alternativa cuatro como la que más consideraba adecuada a lo que él considera que debe ser la primera línea de Metro Bogotá.

Sin embargo, la empresa china había manifestado claramente que esta alternativa tiene riesgos de orden jurídico porque su valor supera el 50 % del valor del contrato; significa además una modificación al objeto del contrato y existen otros riesgos que tiene que ver con el riesgo país, con la confianza inversionista, con investigaciones penales, con demandas de terceros, especialmente de las empresas que participaron en la licitación y que no fueron ganadoras, porque es una modificación fundamental y estas demandas podrían concluir en la nulidad de la ejecución del contrato y se terminaría afectando el desarrollo de la primera línea del Metro Bogotá.

El presidente manifestó que tenía dos conceptos jurídicos de abogados connotados, quienes le manifestaron que ese riesgo no se daba, o que se podría mitigar de alguna manera, y de ahí salió la opción de instalar dos mesas de trabajo, una jurídica, para evaluar estas alternativas y riesgos de la propuesta escogida y una financiera, porque la alternativa tiene un costo de 7,2 billones en capex y en el valor financiado es del orden de 15,3 billones de pesos. Esas mesas se van a convocar, pero nosotros como Empresa Metro continuamos ejecutando la primera línea del Metro Bogotá como está contratada.

SEMANA: ¿cuánto sería entonces el costo total de esa propuesta que escogió el presidente Petro y cuánto tiempo más tardaría la construcción de la primera línea del Metro?

L. N.: el valor adicional sería del orden de 15,3 billones de pesos y de acuerdo con la evaluación hecha por la empresa china, se requerirían otros seis años adicionales, es decir, la primera línea del Metro de Bogotá, que hoy está programada para terminarse en marzo de 2028, estaría completa, en los 24 kilómetros, hacia 2034.

SEMANA: ¿y de dónde saldría esa plata? Porque la ley es clara en establecer que a la nación le corresponde el 70 % y al Distrito, el 30 % del costo del proyecto.

L. N.: ese es un punto que se trató en la mesa. La alcaldesa le manifestó al presidente que Bogotá no tendría recursos para aportarle al proyecto si se tomara la decisión de modificar el contrato, y el presidente señaló que los recursos serían puestos por la nación y muy seguramente se haría alguna modificación a la Ley de Metro que le permita concurrir a la nación con el 100 % del valor.

El presidente de la República, Gustavo Petro, se reunió con la alcaldesa Claudia López y el consorcio chino, para estudiar las viabilidades técnicas y financieras para que la primera línea del Metro de Bogotá sea subterránea. | Foto: Presidencia de la República

SEMANA: esa modificación se haría por medio de un artículo del Plan Nacional de Desarrollo, ¿pero el Gobierno ya tiene claro de dónde sacaría los 15,3 billones de pesos?

L. N.: no. En la reunión estuvo el ministro de Transporte y el director del Departamento Nacional de Planeación y ellos le comentaron al presidente que estarían consultando con el Ministerio Hacienda y con su equipo económico esa posibilidad, pero no se habló de que se pudiera identificar alguna fuente de financiación.

SEMANA: ¿qué otras consecuencias jurídicas podría traer para el proyecto la modificación del contrato?

L. N.: hacer una modificación de esta envergadura significa exponer el contrato a varios tipos de riesgos, no podría decirle que van a demandar o no van a demandar, porque estamos hablando de riesgos y en estos momentos esos riesgos no existen porque el contrato está tranquilo, se está ejecutando y no vale la pena ponerse a hacer énfasis en esos riesgos.

Yo pienso que si nosotros terminamos el contrato en 2028, más de 2,5 millones de personas de Bosa y del sector suroccidente de Bogotá se van a beneficiar con un transporte que se haría entre Bosa y la calle 72 en 29 minutos, mientras que hoy una persona en ese trayecto se demora más de hora y media u hora y 40 minutos. Uno podría pensar que, por trayecto, cada persona que tenga que hacer este viaje, va a tener a diario dos horas adicionales de no pasar en un trancón, sino más bien tenerlo para la familia, para el deporte, para el cuidado, para acciones que sean propias de su gusto, eso es como tener otro período de vacaciones al año, es una maravilla, entonces por qué postergar el proyecto.

SEMANA: como gerente de la Empresa Metro, ¿cuál es su postura de que se pueda modificar la primera línea del Metro de Bogotá?

L. N.: nosotros estamos apostando a ejecutar el contrato como está establecido, es un contrato que está cerrado, que está financiado, que tiene un concesionario que está ejecutando y cumpliendo con los parámetros de la programación del proyecto. También tenemos una banca multilateral internacional que le ha hecho préstamos al proyecto para su ejecución y que nos hace supervisión permanente.

Este es un contrato que debería terminarse, como está estipulado, en marzo de 2028. Todos los días, 4.200 trabajadores nos levantamos para trabajar en el Metro Bogotá que está contratado y vamos a continuar haciendo esta labor.

Alcaldesa Claudia López escuchando detenidamente la intervención de Wu Yu, presidente del consorcio Metro Línea 1. | Foto: Presidencia de la República

SEMANA: ¿y qué piensa la banca multilateral frente a todos estos anuncios que se han hecho respecto a la primera línea del Metro de Bogotá?

L. N.: la banca ha estado pendiente de todos los anuncios que se han dado hasta el momento. Esta mañana nos reunimos con ellos precisamente para darles un informe similar al que le estoy entregando a revista SEMANA. Ellos manifiestan tranquilidad por la posición que tenemos de ejecutar el contrato como se está realizando. Ellos están haciendo un seguimiento muy detallado de cada uno de los indicadores de ejecución y de cumplimiento, y están tranquilos con los resultados que hemos obtenido hasta el momento. Vienen los períodos de desembolso a partir del tercer o cuarto trimestre de este año y el compromiso que nosotros tenemos es seguir ejecutando el proyecto como está hoy estructurado y firmado.

SEMANA: pero sí estarían inquietos en caso de que se haga una modificación al contrato…

L. N.: pues ellos preguntan para tener una claridad al respecto, pero por la respuesta que les hemos dado manifiestan tranquilidad de que el proyecto se está desarrollando de acuerdo como ha sido contratado.

SEMANA: de modificarse el contrato, ¿qué pasará con todos los predios que ya se han comprado para el metro elevado y qué pasaría con la inversión que ya se ha hecho?

L. N.: es parte de los riesgos que generaría una modificación. Le voy a hacer una simple comparación: la línea 1 elevada requiere 1.427 predios, mientras que la línea 2 subterránea requiere menos de 500 predios. Eso quiere decir que lógicamente en el momento en el que se tomara una decisión de subterranizar el tramo de 13 kilómetros, muchos de los predios que ya hemos comprado no van a poder ser utilizados en el proyecto que sí se requieren para el metro elevado y es una inversión de una compra que ya hemos realizado. Nosotros estamos terminando el plan de adquisiciones predial, ya estamos en 96 %, nos faltan 84 predios por terminar la adquisición total.

En una reunión privada con los integrantes de la Comisión Accidental del Metro de Bogotá, el gerente Leonidas Narváez explicó a la fecha cuáles son los avances del proyecto. | Foto: Cortesía a SEMANA

SEMANA: ¿cuánto ha invertido la Empresa Metro en la adquisición de esos predios?

L. N: en la compra de predios hemos invertido 1,4 billones con corte al 31 de diciembre 2022.

SEMANA: con todo esto que se ha planteado, ¿el metro de Bogotá está en riesgo?

L. N.: no, no está en riesgo, yo llamo a la tranquilidad. Considero que en las mesas de trabajo se van a evaluar los beneficios y se va a considerar que es muy importante que Bogotá tenga en el menor tiempo posible un servicio de transporte masivo como el que está programando y que postergar esto en el tiempo, y adicionando costos, realmente es una modificación que afecta a Bogotá. Yo espero que en las mesas prime la sensatez. Nosotros iremos con esta posición porque consideramos que es la posición que más beneficia a la ciudadanía.