El nombre de Germán Vargas Lleras toma cada vez más fuerza de cara a las elecciones presidenciales de 2022. Dirigentes de la centroderecha quieren verlo en la contienda y encabezando la pelea política contra el senador Gustavo Petro, líder imbatible hasta ahora en las encuestas. Ante la falta de claridad de cuál será el candidato que le hará peso al jefe de la Colombia Humana, la opción del exvicepresidente agrada en un sector de la opinión pública y en varios partidos políticos.

Si bien es cierto que Vargas Lleras es visto como un político impopular, malgeniado, que no muestra aún buenos números en las encuestas, y que tuvo salidas en falso como el coscorrón que le propinó a uno de sus escoltas –lo que le arruinó en parte su campaña de 2018–, todos le destacan su carácter, su capacidad de trabajo y ejecución, así como un conocimiento detallado del Estado. El exvicepresidente, que ha pasado por varios ministerios y es un político curtido, reúne una experiencia que muchos consideran necesaria para los monumentales retos que heredará el sucesor de Iván Duque.

Esta semana, el expresidente Andrés Pastrana, líder del Partido Conservador, no tuvo reparos en proponer su nombre y decir que es el hombre que se necesita para congregar a la centroderecha, con el fin de competirle a la izquierda de Petro y a la centroizquierda de Sergio Fajardo. Pero, realmente, ¿cuáles son las posibilidades de que Vargas Lleras termine siendo candidato presidencial y enfrente a Petro?

Él, en conversaciones privadas, no descarta ni habla de que vaya a ser candidato presidencial, y en los próximos meses todo puede ocurrir. Por ahora, el exvicepresidente se mantiene dando línea en su columna dominical en El Tiempo y es reacio a dar entrevistas a los medios. Tal ha sido su protagonismo en las discusiones del país que sus textos se volvieron fuente de consulta obligatoria cada semana para saber su posición.

Vargas Lleras fue de los primeros en alertar la inconveniencia de la reforma tributaria, que, al final, desató el paro nacional. Luego se la jugó por una reforma a la salud que no tuvo éxito en su trámite en el Congreso. Y es sabido que en la Casa de Nariño le dieron juego político recientemente con las movidas en el gabinete.

Eso, sin embargo, no lo ha llevado a ser prudente con el Gobierno. Por el contrario, la voz de Vargas Lleras cada vez adquiere más fuerza. En los últimos días advirtió el inconveniente acuerdo de dos viceministros con los líderes del Comité del Paro en Buenaventura, que les otorgaba facultades a los manifestantes para inspeccionar la carga del puerto. El escándalo estalló y el Gobierno desautorizó a sus dos funcionarios.

El exvicepresidente ha demostrado que, a pesar de las distancias con el uribismo, pueden llegar a puntos en común. Con el expresidente Álvaro Uribe mantiene una buena relación. En caso de que se lance, Vargas Lleras deberá evaluar si lo hace desde su partido, Cambio Radical, o si recoge firmas y participa en la consulta de la centroderecha, en marzo de 2022, junto a otros candidatos y al que elija internamente el Centro Democrático.

El talón de Aquiles para Vargas Lleras actualmente son sus números bajos en las encuestas, pero eso puede obedecer a que tampoco se ha lanzado al agua y el electorado no lo percibe aún como un potencial candidato a la presidencia. En la medida en que su exposición aumente y se decante por la competencia, las cifras podrían variar. Como dijo el mismo Pastrana, “en política no hay muertos”, y por eso el exvicepresidente se tomará su tiempo para poder decidir. El paro ha dado la sensación de que se anticipó la campaña presidencial; no obstante, la batalla electoral entrará en calor solo a finales de este año y a comienzos del próximo.

En Cambio Radical también aseguran que lo que está esperando el exvicepresidente es que su nombre siga sonando y generando una buena aceptación en un sector del país, tal como ha sucedido en las últimas semanas. “Vargas Lleras, salve usted la patria”, le empiezan a decir algunos aliados. ¿Qué decidirá al final el exvicepresidente? Como dice el dicho, lo sabrá Vargas...