En medio del debate sobre el crecimiento inusitado de las hectáreas de cultivos ilícitos en el país, el Consejo Nacional de Estupefacientes aprobó que las Fuerzas Militares y de Policía puedan hacer la erradicación con un método de aspersión, pero no con helicópteros, sino con drones. La medida se aprueba justo cuando se conoce el informe de la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas de Estados Unidos (ONDCP), que muestra un crecimiento récord en los cultivos de coca en Colombia. De acuerdo con el informe, el número de hectáreas de coca en el país aumentó en 11 por ciento durante  2017, llegando así a 209.000. Adicionalmente, la capacidad de producción de cocaína del país creció en un 19 por ciento. La organización reconoció que el gobierno ha realizado un gran esfuerzo y logró a cifras de 2017 70.000 hectáreas de coca erradicadas, pero fue clara en señalar que espera mejores resultados.Le recomendamos: “Es muy fácil venir a criticar a Colombia”: SantosAunque el presidente Santos rechazó que se culpe a Colombia por este incremento, pues las autoridades del país hacen un enorme esfuerzo en esta materia, el gobierno reconoció que es necesario un cambio de estrategia. “Llevamos 40 años, somos los que más hemos combatido el narcotráfico en el mundo entero”, afirmó. “Ahora tenemos un plan, tenemos una visión y podemos ser efectivos, gracias también a la paz, porque ahí tenemos que ser muy sinceros, sin la paz no hubiese sido posible iniciar una solución estructural al problema de los cultivos ilícitos”, agregó.La decisión del Consejo Nacional de Estupefacientes busca hacer más efectivas las labores de erradicación forzada, mientras continúan los programas de sustitución voluntaria, en los que se viene avanzando con campesinos de diferentes regiones del país.El argumento con base en el cual el Consejo aprobó esta medida es que no se trata de un método de aspersión aérea propiamente dicho, sino que es similar al que desarrollan los erradicadores manuales con tanques en sus hombros. Los drones pueden estar a una altura mucho menor que los helicópteros, lo que garantiza, según la Policía, que el producto caiga de forma vertical y precisa sobre los cultivos. Las autoridades encargadas deberán realizar primero planes pilotos que establezcan qué tan vulnerables podrán ser los aparatos en zonas de alta tensión y crear el plan de vuelo para que aunque estando controlados por un piloto, los drones puedan funcionar de forma automática.Puede leer: Récord histórico en hectáreas de cultivos ilícitos en Colombia, revela EE. UU.En efecto, lo que prohibió la Corte Constitucional fue el uso del glifosato, a través del método de aspersión aérea, que fuera nocivo para la salud o al medio ambiente. La tesis del Consejo de Estupefacientes es que este método, al no producir ese tipo de daños, no iría en contra del fallo de la corte.“No va a haber la deriva que llaman en la aspersión aérea, como cuando los vientos se llevaban el glifosato a otros lugares, que hacían estragos”, dijo el presidente Santos. De acuerdo con las conversaciones que sostuvo con el CNE, los drones utilizarán una cantidad menor de producto y hará más efectiva la erradicación. Además, aseguró que el país no ha regresado a la aspersión aérea ni se reanudó el uso del glifosato. Según él, desde que se supendió la aspersión, se ha usado en pequeñas cantidades.Sin embargo, ya hay sectores que se oponen a la decisión. El Gobernador de Nariño afirma que recurrir a este método, desconoce los esfuerzos que se han venido haciendo para avanzar en la sustitución voluntaria.

Romero criticó además el cambio de política, de parte del presidente Santos, que implica esa decisión.

El proceso arranca hoy con al menos diez dispositivos distribuidos en Putumayo, Meta, Caquetá, Guaviare y Nariño. Se espera, que con el trabajo, que promete ser menos costoso y más efectivo, se erradiquen por lo menos tres hectáreas diarias de cultivos. Cada uno de estos drones, que se suman a otras estrategias como los tractores con orugas, costará alrededor de 30 millones de pesos.