El gobernador de Nariño, Jhon Rojas, reiteró que el departamento está preparado para iniciar los llamados diálogos regionales vinculantes en materia de paz con los grupos armados para que sea posible poner fin a la crisis humanitaria que vive esta zona del país, una de las más golpeadas históricamente por la violencia.
Actualmente, Nariño está pasando uno de los momentos más difíciles en materia de orden público. Varias masacres ha dejado en la última semana a indígenas como víctimas mortales.
“Necesitamos ya una muestra de paz, de los grupos al margen de la ley, que cese la violencia, no podemos seguir en estas condiciones, este es el llamado que hacemos desde el departamento de Nariño, atendiendo el llamado del presidente Gustavo Petro y la vicepresidenta Francia Márquez”, indicó Rojas.
El mandatario local calificó como muy preocupante la situación de violencia que se presenta en el departamento de Nariño, como el asesinato de tres personas en el municipio de Cumbal y hechos similares en corregimiento de Jardín de Sucumbíos; además de lo que sería otro hecho de sangre, aún por confirmar, resultado de enfrentamientos entre grupos armados ilegales en el municipio de Magüí Payán.
Lo que manifiesta el secretario de Gobierno del departamento, Amilcar Pantoja, es que lo que pasó en Magüi Payán hasta el momento deja un balance de dos personas heridas que son atendidas en un hospital en Tumaco. Sin embargo, la fuerza pública aún está en desplazamiento hacia la zona para poder verificar si hay más víctimas.
“Hasta el momento no se conoce con exactitud si hay personas muertas producto de lo que serían enfrentamientos entre grupos armados ilegales”, manifestaron en un comunicado. Mientras tanto, la Gobernación, la Alcaldía, la Defensoría de Pueblo y la Procuraduría siguen trabajando de manera articulada para atender la emergencia.
Para el gobernador, se necesitan acciones urgentes para ponerle fin al conflicto, a la vulneración de derechos, desplazamientos y también confinamientos de comunidades. Rojas considera que es muy importante el momento histórico que vive Colombia, para iniciar un programa amplio de sustitución voluntaria de cultivos de uso ilícito y manifestó que hay voluntad de la comunidad en el territorio para tal fin.
Dos masacres en Nariño habrían dejado siete personas muertas, entre ellas tres indígenas
Al menos siete personas habrían sido asesinadas en dos masacres ocurridas en el departamento de Nariño este sábado, en hechos que son investigados por las autoridades y que fueron denunciados por organizaciones indígenas y de Derechos Humanos.
El primer caso ocurrió entre los resguardos de Chiles y Mayasquer en zona rural del municipio de Cumbal al sur de Nariño, donde según el Movimiento de Autoridades Indígenas de Colombia, AICO, fueron asesinados Adriana del Rocío Guerrero Tarapuez, excorregidora del resguardo de Panán, su pareja sentimental Stalin Emilson Calpa Tupue y el comunero Diego Armando España.
De acuerdo con esa organización, los tres comuneros fueron abordados por sujetos armados, quienes les dispararon en varias oportunidades, causándoles la muerte de manera instantánea.
“La pérdida de estos valiosos seres humanos deja un gran vacío en sus familiares, amigos y comunidad, desde la cual lucharon por la defensa del territorio, la vida y la autonomía de los pueblos Pastos y Quillasingas” señaló Aico en un comunicado.
“Rechazamos y condenamos públicamente estos actos de barbarie, miedo y zozobra por el asesinato de nuestros hermanos comuneros de los Resguardos Indígenas de Panán y Chiles, presuntamente perpetrados en el trayecto de la vía que conduce de Chiles a Mayasquer, sector La Puerta”, agregó.
“Este crimen se suma a los asesinatos sistemáticos y vulneraciones de los derechos humanos perpetrados en contra de nuestros pueblos y comunidades indígenas en el país y que perpetran los hechos violentos y el peligro a la pervivencia física y cultural de los pueblos originarios”, finalizó.