El Gobierno nacional ya comenzó a abordar el nuevo paro que está afectando a seis departamentos del país, un mes y medio después de haber llegado a un acuerdo con los camioneros. En esta ocasión, son campesinos y mineros los que están bloqueando las vías nacionales y regionales.
Ante esto, las autoridades buscan prevenir que la situación se agrave y, por ello, está trabajando en la creación de una mesa de diálogo con los distintos sectores en protesta.
Por su parte, la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, quien se expresó desde Cali, afirmó que el Gobierno está dispuesto a alcanzar un acuerdo. Sin embargo, subrayó que cualquier pacto debe asegurar el derecho al trabajo, al mismo tiempo que protege el medioambiente.
“Este gobierno respeta el derecho a la protesta pacífica. El Gobierno está siempre dispuesto al diálogo y estamos esperando poder instalar mesas de diálogo con los actores. Esa consigna viene principalmente del bajo Cauca, que ha sido una discusión de dos años sobre cómo podemos avanzar en la formalización”, afirmó la ministras este martes, 22 de octubre, desde la COP16.
Lo cierto es que centenares de campesinos de las regiones de Santander, Norte de Santander, Boyacá, Antioquia y Manizales han intensificado sus protestas mediante bloqueos en diversas vías, manifestando su rechazo a la propuesta del Gobierno del presidente Gustavo Petro de establecer zonas de reserva natural en los páramos de estas áreas. Este movimiento ha ganado fuerza, y las comunidades locales se sienten amenazadas por las implicaciones que estas reservas podrían tener sobre sus medios de vida y sus derechos.
En Santander, en particular, los bloqueos son visibles en los páramos del Almorzadero y Santurbán, donde los campesinos han decidido hacer sentir su voz de forma contundente. La situación ha generado un clima de tensión y descontento, ya que muchos de estos agricultores dependen de la tierra y los recursos naturales para su sustento diario. La creación de zonas de reserva, aunque motivada por la necesidad de proteger el medioambiente, es percibida por ellos como una limitación a su acceso y uso de estas tierras.
Con el fin de buscar una solución a esta problemática, el gobernador de Santander, Juvenal Díaz, organizó una reunión este martes con los campesinos y líderes de la región. Sin embargo, el encuentro resultó en una falta de avances significativos. Los funcionarios del Gobierno nacional que asistieron eran de nivel operativo, lo que no brindó la capacidad de decisión necesaria para abordar las preocupaciones de los campesinos de manera efectiva.
Debido a esto, los campesinos y líderes de los páramos del Almorzadero y Santurbán decidieron levantarse de la mesa de diálogo, lo que impidió el inicio de la discusión sobre el pliego de peticiones que habían preparado.
Por tal motivo, el gobernador de Santander hizo un llamado especial al presidente Petro para que se ponga en frente de la situación: “Le solicito que se escuche a estos campesinos, usted lo prometió en su visita a Málaga. Es importante para que se desbloquee la vía. Los campesinos se acaban de levantar de la mesa”, dijo en su cuenta de X.
Sin embargo, este rechazo pone de manifiesto la frustración que sienten las comunidades ante lo que consideran una falta de atención a sus necesidades y disposición para entablar un diálogo oportuno que contemple sus derechos y preocupaciones.
El descontento en estas regiones no solo refleja una resistencia a las políticas gubernamentales, sino también una lucha por el reconocimiento de los derechos de las comunidades rurales y su papel en la conservación del medio ambiente. Los campesinos argumentan que, si bien es fundamental proteger los páramos, también es esencial garantizar que sus voces sean escuchadas y que sus medios de vida sean respetados.