Estados Unidos propuso levantar las sanciones económicas a Venezuela bajo el escenario de que el país sudamericano convoque a elecciones presidenciales en un plazo de seis a doce meses. La medida anunciada por Mike Pompeo, secretario de Estado de EE. UU., consiste en crear un marco de "transición democrática" donde Nicolás Maduro y Juan Guaidó quedarían por fuera del espectro político mientras se establece un Gobierno provisional. Aunque a la idea le han llovido aplausos y críticas, Colombia se sumó a la primera de las opciones y apoyó a su aliado americano en la iniciativa. A través de un comunicado, el Gobierno de Iván Duque señaló que desde el inicio de su mandato ha adelantado esfuerzos para "lograr la recuperación del orden democrático en Venezuela y el restablecimiento del Estado de derecho".

Para Colombia, la propuesta está alineada con el planteamiento del Grupo de Lima, el cual ha reiterado que deben ser los mismos venezolanos los que encuentren una "solución política y pacífica" para la crisis que afrontan. Eso sí, el Gobierno Duque señaló que el restablecimiento pleno de la democracia en Venezuela "solo se logrará mediante la celebración de elecciones presidenciales libres, justas y creíbles", donde el Consejo Nacional Electoral sea independiente, al igual que el Tribunal Supremo.

En un mensaje al pueblo venezolano, Colombia afirma que es "urgente" poner fin a "la crisis que los ha condenado durante los últimos años a la pobreza y a la violencia". Por su parte, Juan Guaidó escribió un trino con el que agradece la gestión de Pompeo en lo que denominó un "gobierno de emergencia" para su nación.

En contraposición, Nicolás Maduro y su gabinete definieron la acción de Estados Unidos como un "tutelaje intervencionista" que no están dispuestos a aceptar. "Venezuela es un país libre, soberano, independiente y democrático, que no acepta ni aceptará jamás tutelaje alguno de ningún gobierno extranjero", señaló el Gobierno de Maduro en un comunicado.