El Gobierno Nacional reaccionó a la nueva política de lucha en contra de las drogas que dio a conocer Estados Unidos, como una estrategia de cooperación para luchar en contra de ese fenómeno y de las estructuras criminales que están detrás de esa actividad ilegal.
En esa respuesta, insistió Colombia que debe continuar en diferentes aéreas estratégicas del país todas las herramientas que tiene a disposición las autoridades como la erradicación forzosa de cultivos ilícitos de coca y la aspersión aérea con precisión.
“Nosotros entendemos que todos los instrumentos que el Estado tiene para combatir el narcotráfico debemos utilizarlos, nosotros tenemos un programa muy exitoso de sustitución voluntaria de cultivos, ahí hay 100.000 familias, 400.000 colombianos en los que hemos invertido más de 1.5 billones de pesos”, sostuvo Emilio José Archila, consejero presidencial para la Estabilización y Consolidación.
Y agregó el funcionario del Gobierno Nacional: “hemos diseñado otros dos mecanismos de sustitución voluntaria, está el de formalizar para sustituir con 1.200 familias adicionales, tenemos el programa de pago por servicios ambientales en zonas de parques naturales, nuestra visión es qué hay zonas en las que se deben trabajar con erradicación forzosa y hay zonas en las cuales se debe utilizar el mecanismo de aspersión con precisión”.
Trascendió que el lunes de esta semana la administración estadounidense del presidente Joe Biden lanzó una nueva estrategia antidroga en Colombia basada en la lucha por la reducción de la producción, el desarrollo en zonas rurales y la protección de las zonas naturales.
Así mismo, se definió como primer pilar la reducción de la oferta de sustancias, de tal modo que vinculó la erradicación y destrucción de laboratorios con la reducción de la demanda, los esfuerzos contra el blanqueamiento de capitales y el enjuiciamiento de los narcotraficantes.
A renglón seguido, apunta la estrategia a la “implementación integral de los acuerdos de paz” y una inversión en desarrollo rural, seguridad ciudadana y acceso a la justicia. De este modo, buscan proteger a los líderes comunitarios, reducir la dependencia de la coca y ampliar la formalización del suelo.
Y el tercer punto que estableció esta hoja de ruta remarcó directamente la protección ambiental y los esfuerzos estadounidenses por ayudar al Gobierno colombiano para contrarrestar las acciones de los narcotraficantes contra el medio ambiente y explorarán intervenciones adicionales que puedan generar “múltiples beneficios”.
“La estrategia (...) reconoce la importancia de la seguridad, la justicia, el desarrollo económico y la protección ambiental”, ha expresado la directora interina de la ONDCP, Regina LaBelle, quien ha añadido que con este plan se buscará “disminuir la disponibilidad de sustancias ilícitas en Estados Unidos y Colombia” sumado a que se impulsa una “mayor seguridad” en zonas rurales del país sudamericano. Pero en esa nueva política no se menciona la aspersión aérea de cultivos ilícitos.
Además, las autoridades norteamericanas apoyarán los esfuerzos del Gobierno colombiano para “monitorear y contrarrestar los delitos ambientales” que sustentan a los grupos narcotraficantes y que tienen un impacto “profundamente negativo en el medio ambiente de Colombia y la región amazónica”.
Cabe recordar, que el mandatario de Estados Unidos, Joe Biden, envió el pasado 15 de septiembre un memorando al Congreso de ese país en el que señaló cuáles fueron los países productores de drogas, con el objetivo de determinar cuál de ellos no cumplió en el último año los esfuerzos en la lucha contra el narcotráfico.
En ese documento, Biden incluyó a Colombia en una lista de 22 países que se consideran grandes “productores” o países de “tránsito”. Sin embargo, solo señaló a Bolivia y Venezuela de “no haber realizado esfuerzos sustanciales para cumplir sus obligaciones” en la lucha contra este flagelo.
Postura de EE.UU. que hace varias semanas, desde Madrid (España), el presidente Iván Duque celebró y aseguró que es el fruto de una gran labor que vienen haciendo los integrantes de las Fuerzas Militares colombianas para luchar contra el narcotráfico. “Colombia logró el año pasado las mayores incautaciones de droga de su historia. Registró 130.000 hectáreas erradicadas, la mayor destrucción de laboratorios y representa más del 45 % de todas las incautaciones de droga en el hemisferio occidental”, recalcó el mandatario.