SEMANA.: ¿Qué está pasando en Chocó? Juan Carlos Palacios Agualimpia.: Este 22 de febrero cayó un torrencial aguacero en la provincia de San Juan. La lluvia aumentó los afluentes de varios ríos que terminaron inundando los municipios de Tadó, Istmina y medio San Juan (Andagoya). La precipitación arrancó a las 8:00 p.m. de la noche y se extendió hasta la mañana pero ya menguó.  SEMANA.: ¿Cuál es el panorama que usted tiene de la situación? J. C. P.: Yo acabo de llegar de hacer un recorrido por los diferentes municipios. El desastre que provocó las inundaciones es desgarrador. Muchas familias perdieron todos sus enseres. Afortunadamente no hay reportes de muertos o heridos. Sin embargo, muchas personas perdieron sus cerdos, gallinas y animales que tenían en el corral. El agua se llevó todo.

SEMANA.: ¿Con qué se encontró en el recorrido? J. C. P.: Estuve en Tadó, Istmina, medio San Juan y Condoto. Comencé el recorrido en la mañana y en la tarde-noche de este sábado llegue a la oficia. Hay mucha desolación y caras tristes. La gente tiene hambre. Me dicen: ‘padre por qué no nos trajiste algo‘. Yo les respondía que como iglesia prontamente nos íbamos a manifestar. Sin embargo, la situación no es fácil. Le recomendamos: Chocó bajo el agua por fuertes lluvias SEMANA.: ¿Cuántas personas se han visto afectadas? J. C. P.: Le puedo decir que un aproximado 7.000 con plena certeza. Son varios los municipios afectados y lo peor es que todos quedan en las riveras de los ríos San Juan y Condoto. SEMANA.: ¿En su totalidad están bajo el agua? ¿dónde se refugia la gente? J. C. P.: A la gente le toca seguir allí en sus respectivos pueblo. Aquí en Istmina, por ejemplo, el comercio está prácticamente inundado. Tenemos crecientes de hasta tres metros que afectaron a los locales y casas por completo. A los que viven en las veredas y corregimientos en la rivera de este río San Juan le tocó tirarse selva adentro. SEMANA.: ¿Qué necesita la gente? J. C. P.: Vea, hay mucha gente que lo perdió completamente todo. Ahora que venía de Andagoya un vecino le ofrecía a otro comida o ropa porque no tenía nada.  SEMANA.: ¿Cuál ha sido la respuesta del Estado? J. C. P.: Absolutamente nada y lo puedo constatar porque hice un recorrido. Claro, las alcaldías se han movido pero no lo suficiente, la defensa civil y el cuerpo de bomberos también. Pero la respuesta de los entes territoriales ha sido poca. Ahora, del gobierno departamental o nacional, nada. No están haciendo nada para atender la emergencia que viven 7.000 chocoanos.  Le puede interesar: El Chocó ya podrá prevenir desastres de forma temprana SEMANA.: ¿Cuál es su mensaje para el gobierno? J. C. P.: Que mire verdaderamente por el Chocó. Cuando estas situaciones se presentan en el interior hay respuesta inmediata. Aquí no pasa eso. Cuando se trata del Chocó todos se hacen los de la vista gorda y nosotros también somos Colombia. El pacífico cuenta. 

SEMANA.: ¿Hace cuánto no se presentaba una emergencia de este tipo? J. C. P.: Esta es una situación que a veces se presenta. Creo que la diferencia ahora es que por todo el tema del calentamiento global y la minería indiscriminada que ha dañado el cauce de los ríos, la creciente no se dio en noviembre como siempre, sino que ahora fue en febrero. Nadie se lo esperaba. SEMANA.: ¿Pero en la región no se lleva un monitoreo? J. C. P.: Hay que crear alertas tempranas en los entes territoriales y las comunidades para que la gente sepa con tiempo de estas emergencias. Además de dotar y capacitar a los equipos de emergencia que no tienen muchos instrumentos para operar. Se supone que hay unos sistemas de monitoreo de los diferentes ríos en Tadó, San Juan e Istmina Sin embargo, no sé quienes son los encargados. SEMANA.: ¿Ya bajó el nivel del agua? ¿Qué es lo que más les preocupa? J. C. P.: Sí, ha bajado en casi todos los municipios. El lío, sin embargo, es que merma en unos y afecta a otras comunidades. Es decir, afecta otros lugares como Chiquichoqui,  Primavera, Santa María La Loma, Macedonia, entre otras. Vea solo en Andagoya hay más de 850 familias afectadas, dos escuelas y un colegio.