Los integrantes de la delegación de paz del Gobierno nacional se pronunciaron por la liberación de Luis Manuel Díaz, padre de Luis Díaz, tras 12 días de secuestro por parte del ELN.
Los negociadores no ocultaron su alegría por la libertad de Luis Manuel, pero dejaron claro que este episodio es la muestra de que se debe abordar el tema del secuestro de inmediato para poder continuar con la negociación de paz.
“El proceso actual del ELN ha avanzado como ningún otro hasta hoy. No obstante, nuestra delegación considera que el secuestro de Luis Manuel Díaz ha sumido nuestro diálogo en una situación crítica y, por ello, ha llegado el momento de tomar decisiones que eliminen el secuestro, como lo hemos solicitado desde el comienzo de los diálogos. Nuestra delegación exige desde ya, y exigirá en la próxima reunión con la delegación del ELN, que cada una de las personas que esta organización tiene en cautiverio sea liberada en condiciones de seguridad y dignidad de manera inmediata”, dice uno de los puntos del comunicado, donde queda claro que el ELN debe liberar a todos los secuestrados.
Además, indican que no se tolerará la justificación de que el secuestro es una fuente de financiación para la guerrilla y que ese punto se discutirá también entre las partes. “El ELN ha justificado este método argumentando que es parte de su financiación. Es insostenible argumentar, desde un punto de vista ético, que comerciar con seres humanos es lícito, aun bajo las condiciones de un conflicto armado. Consideramos que cualquier discusión sobre mecanismos de financiación a esta organización armada solo podrá hacerse una vez que se aclaren los términos de su proceso de incorporación política en el escenario del fin del conflicto, tema que también debe ser abordado en la próxima reunión”.
Los negociadores tienen claro que el secuestro genera un repudio nacional por lo que será un tema que debe quedar claro para encontrarse nuevamente en un ciclo de paz con el ELN.
“El secuestro es un crimen que ultraja cruelmente la dignidad humana, provoca inmenso sufrimiento a las familias y comunidades, vulnera la humanidad del secuestrado en su más profunda intimidad. Este tipo de crimen ocasiona un grave daño a la confianza de la sociedad colombiana sobre la posibilidad de alcanzar la paz y se convierte en un gran obstáculo para llegar a los acuerdos y a las transformaciones que se puedan pactar a través de un diálogo responsable y libre”.
Agregan los negociadores: “La práctica sistemática del secuestro es enemiga de la paz, genera odios difícilmente superables contra sus perpetradores, es un delito continuo –ya que se prolonga más allá del acto mismo de la retención–, genera una angustia permanente para el secuestrado y sus seres queridos y un rechazo total por parte de la comunidad nacional e internacional”.
Por ahora, no se conoce una respuesta del ELN a esta clara petición del Gobierno Petro, que había sido solicitada por los colombianos, ya que este grupo criminal continúa delinquiendo en todo el territorio nacional, a pesar de estar en vigencia un cese al fuego bilateral.