Cuatro presuntos miembros de una organización de narcotráfico internacional fueron detenidos y acusados de enviar importantes cargamentos de droga a México, Países Bajos, Bélgica y España, utilizando diversos medios de transporte, incluyendo aviones y barcos.
Los individuos implicados en esta operación delictiva fueron identificados como Juan Harry García Monte, Brayan José Torregosa Moya, Abraham Felipe Duarte Vergara y Edier Celedón Quintero Palomino. Todos ellos enfrentan graves cargos, incluyendo concierto para delinquir agravado y tráfico, fabricación y porte de estupefacientes.
La investigación realizada por el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y el fiscal adscrito a la Dirección Especializada contra el Narcotráfico recopiló pruebas sólidas que apuntan a la implicación directa de estos individuos en el narcotráfico a gran escala. Aunque Juan Harry García Monte admitió su participación en la red criminal, los otros acusados se mantienen firmes en negar los cargos en su contra.
A solicitud de la Fiscalía, tres de los implicados fueron enviados a prisión, mientras que García Monte recibió medidas de aseguramiento en su lugar de residencia.
Uno de los aspectos sorprendentes de esta operación delictiva es la forma en que la cocaína era procesada y camuflada. Los narcotraficantes mezclaban el alcaloide con materiales inusuales, como carbón vegetal, abono orgánico y café, con el fin de dificultar su detección durante los envíos internacionales.
Esta red de narcotráfico ya había sido golpeada en el pasado con la captura de otros miembros clave, incluyendo a Juan Camilo Castrillón Gil, alias Juan o Jota, y el ciudadano mexicano Juan Manuel Álvarez Castañeda, alias Tony, quienes se cree que lideraban la organización.
Las autoridades habían logrado importantes incautaciones previas, como la confiscación de 74 kilogramos de cocaína en Barranquilla, vinculados a esta red en 2017. Además, en Holanda se descubrieron varios kilogramos de clorhidrato de cocaína mezclados en 400 kilogramos de café, y en el puerto de Cartagena, se incautaron 289 kilogramos de cocaína que estaban a punto de ser enviados a Veracruz, México. Esta última operación representa un golpe significativo al tráfico de drogas a nivel internacional y demuestra los esfuerzos continuos de las autoridades para combatir este tipo de crimen organizado.
Red camuflaba cocaína en panela para enviarla a Europa
Por otro lado, en una operación conjunta entre la Fiscalía, la Dirección Especializada contra el Narcotráfico, el CTI, el Ejército y la agencia estadounidense DEA, se logró la captura con fines de extradición de 11 sujetos señalados como miembros de una poderosa red criminal dedicada al tráfico de clorhidrato de cocaína camuflada en panela y caolín a través del puerto de Buenaventura, en el Valle del Cauca.
Las detenciones se llevaron a cabo en varias ciudades de Colombia, incluyendo Pereira, Dosquebradas, Cali, Medellín y Madrid, y fueron resultado de una investigación que ha destapado una operación de narcotráfico a gran escala. Estos individuos enfrentan solicitudes de extradición emitidas por una Corte del Distrito de Texas, Estados Unidos, por cargos relacionados con el tráfico de estupefacientes.
La organización ilegal, conocida por operar bajo el nombre de La Cordillera, utilizaba un método ingenioso para camuflar la cocaína. Adquirían el estupefaciente en el suroccidente colombiano y lo mezclaban hábilmente con alimentos y mercancía que luego enviaban a destinos internacionales, entre ellos países de Europa y Oriente Medio, como los Emiratos Árabes Unidos.
Lo más alarmante es que entre los detenidos se encontraban tres exintegrantes de la Policía Nacional, quienes desempeñaban diversos roles para asegurar el éxito de los envíos de droga a nivel internacional. Los capturados incluyen a:
- Reinaldo de Jesús Rivera, alias Rey, quien estaría involucrado en la financiación de las actividades relacionadas con la adquisición de la cocaína y su traslado. Se le atribuyen vínculos con estructuras del ELN.
- Mauricio Tamayo Aponte, alias Mao, presunto cabecilla de la organización.
- Débora Bibiana Agudelo Tabares, quien sería una de las personas de confianza de alias Mao.
- John Jawerd Moreno Betancourt, posible socio inversionista señalado de dirigir el proceso de camuflaje de los narcóticos.
- Jesús Aníbal Ruiz Henao, alias el Hombre del Libro, presunto contacto con las redes narcotraficantes de Europa.
- Adolfo Castro Grajales, alias Caballo, exintegrante de la Policía Nacional al que se le atribuyen operaciones contables y logísticas, y el manejo de alianzas en Europa.
- Didier Mauricio Aguilar Serna, alias Mono, sería uno de los encargados de ejecutar los procesos químicos para mezclar la cocaína en azúcar, panela y otros productos.
- Jony Garzón Pareja, alias Jota, exintegrante de la Policía Nacional que estaría involucrado en la salida de los estupefacientes a Europa y habría participado en el reclutamiento de ‘correos humanos.’
- Óscar Antonio Polanía Marín, alias Polita, posible coordinador de los envíos.
- Eugenis Betancur Correa, alias Pri, exintegrante de la Policía Nacional al que se le atribuye el cobro de dinero por permitir el paso y salida de los alijos.
- Fernando López Rivera, representante de una empresa de operaciones logísticas con alianzas en Europa, responsable de obtener la cocaína, almacenarla y transportarla después del proceso de camuflaje.