Tras su salida de la cárcel por pena cumplida, Francisco Javier Zuluaga Lindo, más conocido con el alias de ‘Gordo Lindo’, pidió formalmente ser mediador en la paz total promovida por el Gobierno de Gustavo Petro. La defensa del narcotraficante señaló que desde hace mucho tiempo su cliente ha manifestado su voluntad en ser parte de esta política frente a los grupos paramilitares.
Cuando estaba privado de su libertad en la cárcel La Picota, de Bogotá, alias Gordo Lindo firmó una carta en la que se manifestaba su interés de ser mediador y gestor de paz entre el Gobierno y los grupos armados ilegales. En este caso buscaría ser parte de una Mesa Nacional de Paz Total, en la que participarían integrantes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y la guerrilla de las Farc.
Debido a que la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) no lo tuvo en cuenta para hacer parte de esta justicia transicional, puesto que solamente aplica para desmovilizados de las Farc, Gordo Lindo habría tenido contacto con otros excomandantes paramilitares, entre ellos Diego Fernando Murillo Bejarano, alias Don Berna, quien se encuentra privado de su libertad en los Estados Unidos cumpliendo una condena por narcotráfico.
En la lista aparecen varios exintegrantes de las AUC que se encuentran encarcelados quienes ya manifestaron su voluntad de contar la verdad que no pudieron revelar en Justicia y Paz.
El pasado martes, un juez de ejecución de penas de Bogotá ordenó la libertad de Gordo Lindo por pena cumplida. En la decisión judicial se señaló que cumplía con todos los requisitos tras la sentencia de seis años de prisión por el delito de lavado de activos.
En 2018 regresó a Colombia tras cumplir una condena de nueve años en los Estados Unidos por delitos relacionados con el tráfico de drogas. Una vez en territorio nacional le fue notificada la existencia de una medida de aseguramiento en su contra, por lo que fue enviado a la cárcel.
En el proceso de paz con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) se presentó como comandante de un bloque. Sin embargo, con el tiempo se comprobó que había pagado una alta suma de dinero para que lo ingresaran a esta lista, esto pese a que jamás había hecho parte de esta estructura criminal.
El juzgado quinto de ejecución de penas de Bogotá reseñó que a Gordo Lindo, el 30 de junio de 2021, el juzgado cuarto especializado de Cali lo condenó a 66 meses y 18 días de prisión, y una multa de 451,4 salarios mínimos legales vigentes, por el delito de lavado de activos. En esa decisión se le negó la libertad condicional o la detención domiciliaria.
“Por los hechos que dieron origen a la condena, el interno ha estado privado de la libertad desde el 30 de abril de 2018″. Frente a este caso, se le reconoció una rendición de seis meses y cuatro días en la sentencia emitida por buena conducta, estudio y trabajo.
Por esta situación se consideró que Gordo Lindo ya había cumplido su condena. “Es claro que el sentenciado Francisco Javier Zuluaga Lindo debe recobrar su libertad, por lo que a través de este proveído se decretará la extinción de la pena, la liberación definitiva y como consecuencia de ello, su libertad por pena cumplida en lo que respecta a este proceso”. El juzgado le envió la decisión al Instituto Penitenciario (Inpec) y a la cárcel La Picota para que emitan la respectiva boleta de libertad.
Igualmente, se reseña que esta libertad se hará efectiva siempre y cuando Zuluaga Lindo no cuente con otro requerimiento judicial, como una medida de aseguramiento privativa o una orden de captura.
El narcotraficante que solamente buscaba los beneficios de Justicia y Paz
El 17 de septiembre de 2013, la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Medellín ordenó la exclusión de Gordo Lindo del proceso de Justicia y Paz por considerar que incumplió en el precepto de verdad sobre su pertenencia a ese grupo armado ilegal. En la decisión firmada por los magistrados Rubén Darío Pinilla, María Consuelo Rincón y Juan Guillermo Cárdenas, concluyeron que Zuluaga compró el Bloque y se hizo pasar como paramilitar para recibir los beneficios judiciales.
En la decisión se reseña que mintió reiteradamente tras presentarse como jefe financiero del Bloque Calima de las Autodefensas Unidas de Colombia. Las declaraciones de los comandantes paramilitares Helbert Velosa, alias ‘H.H’ y otros integrantes de esa estructura fueron clave para definir que nunca hizo parte de las filas de las AUC.
Las pruebas sí revelaron que en su práctica de tráfico de drogas tuvo contacto con los cabecillas paramilitares, entre ellos los hermanos Carlos y Vicente Castaño Gil, con los que tuvo negocios y aportó dinero para la financiación de las estructuras paramilitares en diferentes regiones del país.
En su exclusión no valió el compromiso firmado por Gordo Lindo para entregar bienes para reparar a las víctimas de las AUC.