Una grave situación de orden público se vive en Caquetá. Las disidencias del Estado Mayor Central de las Farc (EMC) le ordenaron a la población que vive en el ETCR de Miravalle desocupar ese sitio en donde residen las personas que se reincorporaron a la vida civil gracias al Acuerdo de Paz con las Farc.
Ese grupo armado, conformado por los mismos guerrilleros que no se acogieron a la paz pactada en La Habana, ahora intimida a los firmantes del Acuerdo, sus mismos excompañeros que dejaron lar armas para reintegrarse a la vida civil.
La situación que se vive en ese ETCR ubicado en San Vicente del Caguán tiene a los ex-Farc y a sus familias en un riesgo inminente. En la zona se registra un escalamiento de las acciones armadas y alertan sobre intimidaciones del EMC para que las personas que allí habitan se sumen a sus filas. Incluso, dicen que están reprimiendo de forma violenta a quienes se oponen a volver a las armas.
Y no solo hay amenazas para que retomen el camino bélico. El EMC les impuso un plazo de cuarenta días a los residentes del ETCR Miravalle para que desocupen sus hogares después de citarlos a reuniones forzadas en el caserío conocido como Puerto Amor.
Entre los residentes circula un comunicado escrito por el otro grupo de disidentes de las Farc, el de la Segunda Marquetalia, en el que se habla de provocaciones de alias Urías contras las comunidades de Guayabal, Campana, Morros, Puerto Amor, Los Andes, Chorrera, Libertad, San Luis y Cresta de Gallo.
Es más, señalan a ese cabecilla de haber estado sembrando minas en la zona, por lo que las poblaciones están en riesgo de terminar confinadas: si transitan por los campos tienen riesgo de caer en minas antipersona, como ya pasó con algunos bovinos que tenían en los terrenos cercanos al ETCR.
“Queremos expresar nuestra preocupación y condena por los hechos que están ocurriendo en la Zona de Reserva Campesina del Pato Balsillas, con responsabilidad del grupo que se hace llamar Estado Mayor Central al mando de Calarcá, quienes actualmente están en diálogos con el Gobierno nacional, aprovechando el cese al fuego y las manos atadas que tienen las Fuerzas Militares para realizar operaciones contra ellos. La situación es crítica y merece la atención inmediata de las autoridades y organismos defensores de derechos humanos”, reclamaron los denunciantes en un comunicado.
En las inmediaciones del ETCR hay una disputa entre las disidencias de la Segunda Marquetalia y las disidencias del EMC. Prueba de ello es que la columna móvil Teófilo Forero de la Segunda Marquetalia firmó un comunicado denunciando el accionar armado del EMC en la zona donde están las personas que sí se acogieron a la paz.
Esa misiva de los guerrilleros tiene fecha del 23 de junio, la misma fecha en la que el Estado Mayor del Frente Iván Díaz (es decir, que pertenecen al EMC) publicó otro texto hablando de la situación en la zona.
“Es el caso lamentable del ETCR de Miravalle, claro... no por todos, sino por algunos residentes de ese espacio, que ha sido asaltado en su buena fe por grupos armados contrarrevolucionarios como la Segunda Marquetalia, que instrumentaliza a los excombatientes para ejecutar sus fechorías”, dijeron desde el EMC.
El cruce de declaraciones entre los disidentes del EMC y de la Segunda Marquetalia demuestran que los ex-Farc que se reintegraron a la vida civil a partir de su trabajo dentro del ETCR quedaron en medio de la disputa de esos dos bandos. Los del EMC declararon ese territorio como “zona de conflicto”.
La situación en el ETCR Miravalle es tan grave que el firmante de la paz Rodrigo Londoño (conocido con el alias de Timochenko) confirmó que los ex-Farc que se acogieron la vida civil están en un “riesgo inminente por la disputa entre grupos armados de la región.
Los ex-Farc aseguran que sus compañeros están siendo acosados en ese ETCR y en otras áreas de reincorporación que se habían trazado como espacios seguros para esa población. La situación que se vive en Miravalle fue confirmada a SEMANA por fuentes de la Gobernación del Caquetá.