El anuncio de un supuesto paro de comerciantes, convocado para el próximo 7 de septiembre en el municipio de Soledad, mantiene en incertidumbre a la población que reside en el área metropolitana de Barranquilla.

Al menos 300 trabajadores, según circula por redes sociales, cerrarán sus establecimientos a manera de protesta para llamar la atención de las autoridades locales y nacionales. Algunos afirman que constantemente reciben llamadas, atentados con armas de fuego o panfletos en los locales, que no los dejan vivir tranquilos. Exigen medidas contundentes y eficaces para contrarrestar las prácticas de extorsión.

Sin embargo, la Unión Nacional de Comerciantes (Undeco) emitió un comunicado de prensa donde ratificaron su posición sobre la presunta manifestación. El gremio se mostró en desacuerdo.

“la Unión Nacional de Comerciantes hace saber a los medios de comunicación, a las autoridades y público en general que esta asociación no esta organizando ni apoyando el evento antes mencionado; igualmente, no tenemos conocimiento quién o quiénes están haciendo dicha convocatoria. Al respecto, en la mañana de hoy nos comunicamos con el secretario de Gobierno de Soledad, el doctor Samir Serret, quien nos manifestó que ha visto dicha convocatoria por las diferente redes sociales, pero no tiene ninguna información sobre quiénes son los convocantes”, se lee en el documento.

Orlando Jiménez, presidente de Undeco en el Atlántico, dialogó con SEMANA y explicó que se oponen a la convocatoria porque desconocen quién la organiza. Además, la catalogó como una amenaza teniendo en cuenta que se pretende realizar un cierre indefinido.

“Nosotros en realidad no sabemos quién la está promoviendo. Ahí están mencionando centros comerciales, central de abastos, bombas de gasolina, supermercados, ferreterías y otras serie de establecimientos. Nosotros, por ejemplo, hablamos con el gerente de Granabastos y nos dice que no tiene conocimiento. Entonces es extraño”.

El líder gremial sostuvo que es consciente de la problemática. Asegura que en Malambo, Soledad y Barranquilla son más de 100 tiendas que han sido cerradas como consecuencia de la extorsión.

“Nosotros hemos sido afectados en negocios que han tenido que venderse a bajos precios. Otros que han tenido que cerrarse. También se ha causado desplazamiento y afectación psicológica. Todo eso es muy preocupante”, indicó. Pero reiteró que no apoyan este tipo de iniciativas.

Si bien las autoridades desarrollan estrategias para hacerle frente a la problemática, los comerciantes afirman que no han sido suficientes y que ahora se sienten más inseguros que nunca. Por otra parte, manifiestan que están preocupados por su integridad, ya que tienen miedo de ir a sus lugares de trabajo. Señalan que en lo que va del 2022, las extorsiones han aumentado 40 % con respecto al mismo periodo del año anterior