La identidad de los pacientes que resultan positivos para covid-19 suele ser información confidencial. Los datos que se conocen los da el Ministerio de Salud de manera general: "mujer de 30 a 39 años proveniente de México, que se encuentra aislada". Sin embargo, en Guaca, un pueblo santandereano de casi 7.000 habitantes, los rumores empezaron a tomar fuerza con las horas y ya se comprobaron. Se trata de una funcionaria del hospital de Guaca que estuvo en México del 8 al 12 de marzo en un evento en el que participaron, además, otros 30 altos funcionarios del sector salud.
“No sé de dónde se filtró la información, porque no estamos autorizados para dar detalles de los casos, pero en las redes sociales se empezó a decir. Estamos cumpliendo con la cuarentena. Este es un obstáculo que nos toca vencer con unidad y fortaleza, y con la ayuda de nuestra patrona, la Virgen del Socorro”, aseguró a SEMANA el alcalde de Guaca, Ramiro Reátiga. El mayor miedo de los guaqueños es que la funcionaria del hospital haya contagiado a otras personas. “Cuando llegó a Guaca hizo reuniones en la Alcaldía, el hospital, fue al ancianato, a la Policía, hizo jornadas de salud, fue a otros pueblos. La gente tiene mucho miedo, medio pueblo está asustado”, cuenta un habitante de la población. Ante la situación, un equipo interdisciplinario de la Secretaría de Salud de Santander fue el pasado jueves al pueblo a hacer trabajo de campo y tomó algunas muestras de covid-19 a las personas con las que la funcionaria pudo haber tenido mayor contacto, entre ellos funcionarios del hospital y de la administración local.
Pero el gran problema es que ante el miedo colectivo que se generó, cada vez son más los habitantes que quieren que les hagan la prueba de covid-19. La personera de Guaca, Leydi Rivera, elevó una solicitud a la Secretaría de Salud Departamental para que se le preste al municipio ayuda urgente debido a que “la contaminación puede ser superior”.
La personera explica que la funcionaria del hospital que dio positivo tuvo contacto con muchas personas —más de las que señaló—, a quienes les tomaron la prueba. “Según el reporte de la comunidad y material fotográfico, en este momento tienen los síntomas de alarma”, explica. En este tranquilo municipio de la provincia García Rovira la calma se ha perdido. Ahora hay personas que temen ir al hospital, el cual tiene que ser desinfectado, pese a que la funcionaria del hospital ya no está en el pueblo, pues se encuentra aislada en Bucaramanga recuperándose. Su caso es el cuarto confirmado en Santander.