La Fiscalía General acusó al guardia del Instituto Penitenciario y Carcelario (Inpec) Milton Libardo Jiménez Arboleda por su presunta participación y responsabilidad en los hechos que rodearon la fuga de la cárcel La Picota de Juan Larinson Castro Estupiñán, conocido con el alias de Matamba, en hechos registrados en la madrugada del pasado 18 de marzo. Para el ente investigador, el papel del inspector fue clave para que el temido narcotraficante pasara sin ningún problema por todos los puestos de control y, aprovechando el cambio de guardia, pudiera salir del centro carcelario ubicado en el sur de Bogotá.
En el documento presentado ante el Juzgado 63 de Conocimiento de Bogotá se precisa que Jiménez Arboleda “facilitó” la fuga, permitiendo que saliera sin problema alguno de la celda 58 de la estructura UME 4 Torre D, nivel 8 de La Picota. Igualmente, se manifiesta que Matamba aprovechó que se había dejado la celda abierta para caminar como un funcionario más, portando un uniforme de dragoneante del Inpec.
El plan –según revela el escrito de acusación– empezó a la medianoche cuando asumió, de manera injustificada, el puesto de control de la Guardia externa y de la reja 1-2, pese a que esta le correspondía al dragoneante Jeison Bernal Novoa.
La evidencia física revela que fue el mismo Jiménez quien dejó sin seguro la puerta. El manual señalaba que, como inspector, el ahora procesado tenía la función de supervisar los puestos de control.
Para facilitar el tránsito del narcotraficante, Jiménez habría intentado realizar movimientos internos. “Luego de que Milton Libardo Jiménez Arboleda permitió la salida de alias Matamba, por la reja 1-2 y Guardia externa, entre las 00:56 y las 01:03 horas del 18 de marzo, a las 1:10 a. m., llamó por radio al auxiliar bachiller Juan Camilo Ortiz Ruiz, quien a las 23:55 horas del 17 de marzo había recibido puesto en la garita 4 contigua o cerca de la estructura 3, por donde saldría Matamba, y quien desde su puesto tenía toda la visual de los movimientos”.
Con esto, habría buscado que el auxiliar se moviera del lugar que tenía a su cuidado y perdiera todo el control visual con el puesto. De esta manera, se facilitaría el paso del jefe de la banda criminal de La Cordillera Sur, que delinquía en Nariño, quien estaba a la espera que se resolviera su solicitud de extradición a los Estados Unidos por delitos relacionados.
Ese era el último puesto de control por el que tenía que caminar Matamba antes de montarse a un vehículo dentro del penal. En el escrito de acusación se advierte que el ahora procesado instrumentalizó al joven bachiller, aprovechándose de su edad, rango básico y ausencia de inducción.
“Esta situación es aprovechada para que alias Matamba saliera al interior de un vehículo polarizado y al parecer conducido por un servidor público del penal sin ser requisado, debido a la falta de preparación para esta labor del auxiliar bachiller, más aún frente a la posición jerárquica o superior de quien conducía el rodante, descargando la responsabilidad en este joven”, precisa uno de los apartes del escrito de acusación.
Alias Matamba, quien se encontraba en el pabellón de extraditables de la cárcel La Picota, habría pagado cinco millones de dólares para fugarse de la cárcel. El pasado 26 de mayo el presidente Iván Duque confirmó que en un complejo operativo fue abatido en el municipio de Bolívar (Santander).