El oficial del Instituto Penitenciario y Carcelario (Inpec) Milton Libardo Jiménez Arboleda, implicado por su presunta participación en la fuga del temido narcotraficante alias Matamba, seguirá en la cárcel. Así lo determinó una jueza de control de garantías de Bogotá que negó la petición ante un vencimiento de términos.
Tras analizar la situación, la funcionaria judicial consideró que no se cumplen los tiempos que establece la ley, por lo que no se puede aplicar esta figura jurídica. La defensa de Jiménez Arboleda sostenía que han pasado 133 días desde la radicación del escrito de acusación y hasta la fecha no ha iniciado el juicio de manera formal.
Sin embargo, para la jueza, la ley otorga 120 días de plazo en este tipo de casos de corrupción, hecho por el cual negó la petición. El guardia, que se encuentra en la cárcel de máxima seguridad de Cómbita (Boyacá), es procesado por supuestamente haber favorecido la fuga de Matamba de la cárcel La Picota de Bogotá en la madrugada del pasado 18 de marzo.
En el escrito de acusación la Fiscalía General sostiene que el oficial fue clave en el plan de fuga, desviando la atención de otros agentes del centro carcelario, así como ubicando en puntos estratégicos a personas sin ningún tipo de experiencia. Por esto, lo llamó a juicio por el delito de favorecimiento a la fuga.
Este miércoles 5 de octubre se adelantará la reanudación de la audiencia preparatoria de juicio, en la cual se expondrán las pruebas documentales y testimoniales que esperan que sean tenidas en cuenta para el proceso penal.
La fuga de Matamba
Según la Fiscalía General, Jiménez tuvo un papel clave en la fuga, permitiendo con sus acciones que Matamba pasara por todos los puestos de control sin problema, vistiendo un uniforme de guardián. Las pruebas revelan que, aprovechando el cambio de guardia, el comandante de la banda criminal Cordillera Sur salió de la celda 58 de la estructura UME 4 Torre D, nivel 8 de La Picota.
El plan –según reveló el ente investigador– empezó a la medianoche cuando asumió, de manera injustificada, el puesto de control de la Guardia externa y de la reja 1-2, pese a que esta le correspondía al dragoneante Jeison Bernal Novoa.
La evidencia física revela que fue el mismo Jiménez quien dejó sin seguro la puerta. El manual señalaba que, como inspector, el ahora procesado tenía la función de supervisar los puestos de control.
Para facilitar el tránsito del narcotraficante, Jiménez habría intentado realizar movimientos internos. “Luego de que Milton Libardo Jiménez Arboleda permitió la salida de alias Matamba, por la reja 1-2 y Guardia externa, entre las 00:56 y las 01:03 horas del 18 de marzo, a las 1:10 a. m., llamó por radio al auxiliar bachiller Juan Camilo Ortiz Ruiz, quien a las 23:55 horas del 17 de marzo había recibido puesto en la garita 4 contigua o cerca de la estructura 3, por donde saldría Matamba, y quien desde su puesto tenía toda la visual de los movimientos”.
Con esto, habría buscado que el auxiliar se moviera del lugar que tenía a su cuidado y perdiera todo el control visual con el puesto. De esta manera, se facilitaría el paso del jefe de la banda criminal de La Cordillera Sur, que delinquía en Nariño, quien estaba a la espera que se resolviera su solicitud de extradición a Estados Unidos por delitos relacionados.
Ese era el último puesto de control por el que tenía que caminar Matamba antes de montarse a un vehículo dentro del penal. En el escrito de acusación se advierte que el ahora procesado instrumentalizó al joven bachiller, aprovechándose de su edad, rango básico y ausencia de inducción.
“Esta situación es aprovechada para que alias Matamba saliera al interior de un vehículo polarizado y al parecer conducido por un servidor público del penal sin ser requisado, debido a la falta de preparación para esta labor del auxiliar bachiller, más aún frente a la posición jerárquica o superior de quien conducía el rodante, descargando la responsabilidad en este joven”, precisa uno de los apartes del escrito de acusación.
Alias Matamba, quien se encontraba en el pabellón de extraditables de la cárcel La Picota, habría pagado cinco millones de dólares para fugarse de la cárcel. El pasado 26 de mayo el entonces presidente Iván Duque confirmó que en un complejo operativo fue abatido en el municipio de Bolívar (Santander).