Jorge Robledo no le dio rodeos a la salida jurídica que busca el primer mandatario, tras su propia confesión de las irregularidades que se cometieron en la campaña en la Costa Atlántica, por medio de la cual llegó a la Casa de Nariño. Tras el grave relato que hizo su hijo Nicolás, luego del escándalo de las revelaciones de su exesposa Day Vásquez, Gustavo Petro busca sacudir los procesos que avanzan en su contra en la Comisión de Investigación y Acusaciones de la Cámara de Representantes.
“Se solicitó la exclusión de la denuncia del senador JP Hernández por estar basada en un fallido proceso de colaboración, tal y como fue denunciado por el propio senador. La ley prohíbe usar la declaración de Nicolás Petro ante la Fiscalía General de la Nación, como medio de prueba en cualquier proceso”, dice un comunicado de la defensa del presidente Petro.
Para Robledo, lo que hace Petro es buscar “autoabsolverse”. “Se necesita cinismo para que el presidente Gustavo Petro le intente quitar gravedad a la confesión de su hijo, Nicolás, sobre la ilegalidad y la corrupción con las platas de su campaña presidencial en Barranquilla”, escribió en Twitter.
“Nada, absolutamente nada podrá borrar las confesiones voluntarias de su hijo”, aseguró. Y agregó que tampoco se podrá borrar el relato que hizo Armando Benedetti de lo que sucedió en la etapa electoral y luego permitió la victoria del líder de izquierda.
En su versión libre a la Fiscalía, cuando las cosas no andaban bien entre papá e hijo, Nicolás hizo afirmaciones muy graves de lo que había sucedido en esa carrera por la Presidencia. Y aseguró que su papá lo sabía.
“Porque yo se lo mencioné varias veces, él lo sabía; cuando nos transportábamos para los eventos, siempre iba Pedro Flórez, entonces él y yo hablábamos de la financiación, que Euclides financiaba. Benedetti siempre se lo recalcaba en presencia mía, que era Euclides el que estaba financiando los eventos y la campaña”.
Contó que Euclides Torres era el gran mecenas de esa campaña y que luego Laura Sarabia había sido la encargada de pagar esos favores con altísimos puestos en el Estado.
El exdiputado también contó todo en una entrevista con Vicky Dávila, que fue portada de SEMANA. En esta, el hijo del primer mandatario contó el dolor que le producía que el Gobierno le hubiera dado la espalda.
“El año pasado me hubiese inmolado por él, sin pensarlo dos veces”, sostuvo Nicolás. “Si hay alguien que realmente sudó la camiseta en la campaña presidencial y en las anteriores, fui yo. Si hay alguien que visitó, que estuvo siempre en las calles, en los barrios, en los municipios, convenciendo, seduciendo a la gente, fui yo”, recalcó.
Por esas mismas épocas, el exembajador Armando Benedetti también se despachó y narró que sabía muchas cosas de la campaña por el mismo Nicolás y porque él había participado activamente de la carrera en la Costa.
SEMANA había publicado unos audios de él a Laura Sarabia en los que prácticamente le reclamaba por su triunfo. En lo que se escucha en los audios, Benedetti es consciente de todo lo que sabe y se lo enrostra permanentemente a Sarabia, quien fue su aliada, su subalterna y, al final, terminó convertida en su peor enemiga.
Todo explotó porque Benedetti pidió una cita con el presidente Petro, en la Casa de Nariño, y lo dejaron tres horas plantado, según su relato. Él se sintió humillado y le reclamó con dureza a Sarabia.
“Lo que te estoy diciendo, Laura, es que ese tratamiento (...). Y ayer el presidente: ‘No, no, es que tengo afán’. Ajá, marica, yo hice cien reuniones (...), 15.000 millones de pesos, es más, si no es por mí, no ganan. Entonces, así sea de hipócrita, uno va y recibe a la gente, pero el tratamiento que tú y el presidente me dieron ayer, marica, yo no sé; además, lo que te voy a decir no es una amenaza (...), veo que esto me puede emputar, pateo hijueputa, y ahí nos caemos todos hijueputa”, le dijo Benedetti a Sarabia.
Tras todas esas revelaciones, la defensa del presidente asegura que no existe mérito para abrir la investigación. Y de ahí la conclusión de Robledo.