A partir de este lunes la campaña presidencial es borrón y cuenta nueva, y Gustavo Petro lo tiene claro. Por eso, el grueso del discurso que pronunció este domingo, tras obtener más de 8.500.000 votos en la primera vuelta presidencial, lo dedicó a marcar distancia de su rival, Rodolfo Hernández, pero también empezó a mostrarse más moderado.
Petro, lejos de los discursos veintejulieros que pronunció en las plazas públicas hasta hace pocos días, habló en la noche de este domingo luego de conocer los resultados, de manera pausada y tranquila.
Apeló a la razón, al análisis, más que a dirigirse a sus votantes, y envió un mensaje a quienes se ubican en el centro y la centroderecha, a quienes les prometió “estabilidad” y “cambio responsable”, términos que usaba muy poco antes.
“Hay cambios que son al vacío; hay cambios que no son cambios, son suicidios. Nosotros queremos invitar a toda la sociedad colombiana a hacer un cambio de verdad, un cambio hacia adelante, un cambio constructivo, un cambio que nos permita una nueva era mucho más próspera, de mucho más bienestar, de mucha más capacidad tanto para el pueblo como para la Nación colombiana”, dijo Petro.
Incluso, sin mencionarlo directamente, insinuó que Rodolfo Hernández sería un “salto al vacío”, mientras que él representa el cambio “responsable”
Estas expresiones llaman la atención porque hasta hace menos de una semana el que usaba el término “salto al vacío” era Federico Gutiérrez, pero para referirse a Petro.
Varios usuarios en redes sociales señalaron, jocosamente, que en el discurso de victoria que pronunció el candidato del Pacto Histórico les parecía estar escuchando más a Fico que al mismo Petro.
Y más aún cuando el senador de izquierda sorprendió con un mensaje de confianza a los empresarios, con quienes ha mantenido diferencias: “Yo lo que propongo es justicia social y estabilidad económica. La estabilidad económica hoy significa justicia social, no puede crecer una empresa si la sociedad se empobrece”.
Esta nueva narrativa ya la empezaron a aplicar en su campaña. El exsenador Mauricio Lizcano, quien aterrizó hace dos semanas en el Pacto Histórico, resumió así lo ocurrido este domingo: “Dos opciones de cambio ganaron, una responsable y formada, con Gustavo Petro, y otra de cambio al vacío, con Rodolfo”.
En esta campaña, Petro ha venido tratando de moderar su perfil. En 2018 fue constante que sus rivales lo atacaron por sus guiños a la izquierda latinoamericana: Venezuela, Cuba, Maduro, Chávez. En esta contienda, ni siquiera fue un tema en los debates, porque el candidato del Pacto Histórico lo primero que hizo fue desmarcarse del régimen venezolano y aseguró que en el país vecino gobiernan “las políticas de la muerte”.
“Petro se moderó mucho con respecto a 2018. No ha hablado de constituyente ni nada por el estilo”, expresó Yan Basset, docente de ciencia política de la Universidad del Rosario.
En todo caso, si bien ha moderado su discurso, está claro que el candidato del Pacto Histórico hasta ahora no ha logrado enviar un mensaje del todo tranquilizante a los sectores de centro y centroizquierda –que es donde tendría espacio para conquistar votos–, un electorado que guarda reservas sobre qué tan democrático pueda resultar el candidato de izquierda en caso de llegar al Gobierno y que tiene temores por algunas de las propuestas del exalcalde de Bogotá, como la de frenar de tajo la exploración de petróleo o tomar el flujo del ahorro pensional de los colombianos para financiar programas sociales.
Críticas a Rodolfo Hernández
A la par de la moderación en su discurso, Petro tiene como estrategia para segunda vuelta arreciar sus críticas a su contendor.
Hace pocos días había calificado al exalcalde de Bucaramanga como un “multimillonario corrupto” y este domingo volvió a arremeter contra él.
Afirmó “que la corrupción no se combate con frases de TikTok”, una red social que Rodolfo Hernández ha venido conquistando y que se ha convertido en la principal tribuna publicitaria de su carrera por la Presidencia.
Y agregó que “mi contradictor está imputado por corrupción. ¿Eso es lo que queremos? No es un proceso de mentira, son unos indicios reales. ¿Seguimos por ahí? ¿Seguimos por el camino de las frases huecas, mientras lo que se encubre es mantener las cosas como están y aletargamos cuatro años más el cambio verdadero de Colombia?”.