La Gobernación del Caquetá confirmó a SEMANA que en principio fueron recuperados ocho cadáveres que tendrían relación con la matanza que protagonizaron las disidencias de las Farc en el departamento de Putumayo; los tres cuerpos adicionales llegaron a Mocoa. El número de víctimas podría aumentar con el paso de las horas.
Los cuerpos sin vida fueron trasladados por la población civil al municipio de Solita, provenientes de Puerto Guzmán, donde los frentes de alias Calarcá y alias Iván Mordisco se enfrentaron a bala durante varias horas con el objetivo de dominar las rutas del narcotráfico.
En imágenes que circulan en las redes sociales se puede observar la crudeza de la guerra: los cuerpos de las víctimas tienen varias heridas producidas con armas de fuego, están amarrados a palos, algunos calcinados y otros en avanzado estado de descomposición.
Los líderes sociales detallaron que el número de fallecidos podría escalar a los 28. Sin embargo, estos datos no han sido verificados por Policía Nacional ni las Fuerzas Militares, pues esperan más elementos probatorios para poder sustentar la información ante la opinión pública.
Un militar en retiro que está percibiendo esta emergencia relató a SEMANA los angustiosos momentos que se viven en la zona: “Hay decapitados. La guerra en su expresión. Acá nadie habla de esto. 28 muertos y 17 heridos. Los combates siguieron hoy, al parecer”.
Uno de los lesionados fue auxiliado por las tropas del Ejército Nacional. Él recibió atención de los enfermeros militares y fue trasladado a un centro asistencial de la región donde se recupera. El destino de los demás sobrevivientes, que citan los pobladores, es incierto.
Los grupos armados dominan esa zona de Colombia con amplio despliegue. De acuerdo con el relato de varios mandatarios locales, los ilegales tienen manuales de convivencia para regular el orden público y evitar que sus enemigos infiltren sus territorios.
Ellos se sostienen con el tráfico de estupefacientes a gran escala y están involucrados en negocios legales como la ganadería. Sin embargo, el músculo financiero lo tienen con las extorsiones, pues cada reglón de la economía debe responderles por “impuestos”.
En diferentes oportunidades, las gobernaciones de Caquetá y Putumayo le han pedido al Gobierno nacional que refuerce la seguridad para blindar a la población civil de las confrontaciones, a las que también se ha ido sumando la Segunda Marquetalia de Iván Márquez.
En las últimas semanas, las tropas han frustrado atentados terroristas por medio de drones, han hallado caletas repletas de artefactos explosivos y frenado la comercialización de varias toneladas de estupefacientes, principalmente marihuana y cocaína.