Recoger firmas para apoyar las candidaturas presidenciales no es un trabajo ni fácil ni barato. Cada firma recaudada para presentar a la Registraduría puede costar entre $ 1.500 y $ 2.500. Y si el promedio de firmas recogidas por cada aspirante es de aproximadamente $ 1.000.000 (un millón), este banderazo de la campaña puede costar entre $ 1.5000 y $ 2.500 millones.

Juan Carlos Echeverry, Federico Gutièrrez y Enrique Peñalosa, se inscribirán por firmas | Foto: Guillermo torres / Publicaciones Semana

Las firmas las recogen los candidatos que no tienen partido político, en cuyo caso la ley permite respaldar la aspiración con un número de firmas específico de ciudadanos.

Cada aspirante a la Presidencia debe presentar a la Registraduría un total de 580.620 firmas de ciudadanos, válidas, para respaldar su postulación.

Esta cifra equivale a 3 % del total de votos válidos emitidos en los comicios presidenciales de 2018. Eso es lo que determina la Ley 966 de 2005.

Aunque el número de firmas que los candidatos deben acreditar en la Registraduría es 580.620, lo aconsejable es presentar por lo menos 30 % más para evitar que en el caso de que algunas de ellas sean invalidadas, el candidato no se pueda inscribir.

Cuando la labor se hace de manera informal, sin auditoría, los porcentajes de firmas no válidas pueden superar 30 %, porque muchos ciudadanos escriben de manera errada sus nombres y sus números de cédula.

Cuando la recolección de firmas la hacen empresas especializadas con capacidad de auditoría, el número de apoyos no válidos suele ser menor.

En todo caso ningún candidato tiene previsto presentar menos de 900.000 o un millón de firmas.

A la Registraduría se presentaron en total 37 aspirantes a la Presidencia a anunciar que inscribirían sus candidaturas con el respaldo de firmas. Ha sido tradición que al final la mayoría de ellos desista por los altos costos y la compleja operación.

Carlos Ariel Sánchez y Alfonso Portela, quienes dirigieron la Registraduría por dos períodos (ocho años), lideran una firma que presta diversos servicios a candidatos, entre otros la recolección de firmas.

Sánchez y Portela le dijeron a SEMANA que en esta ocasión el recaudo de firmas para apoyar las candidaturas presidenciales ha resultado más difícil que en ocasiones anteriores, pues se nota más apatía de la gente para firmar las planillas.

Los aspirantes a la Presidencia que se inscribirán por firmas tienen plazo hasta este 17 de diciembre para acreditar ante la Registraduría sus apoyos.

Se sabe que Federico Gutiérrez, Alejandro Gaviria, Roy Barreras y Rodolfo Hernández ya superaron el millón de firmas conseguidas.

Otros candidatos todavía no las han conseguido y hasta podrían renunciar a ese recurso para inscribirse.

La inscripción de candidaturas con apoyo ciudadano se convirtió en un recurso muy usado por quienes no tienen partido político, pero no puede entenderse necesariamente que el número de firmas se convertirá en votos.

Hay antecedentes de candidatos que en elecciones pasadas recogieron millones de firmas, literalmente, pero el respaldo en la urnas estuvo muy por debajo del número de los apoyos presentados ante la Registraduría.