En la localidad de Kennedy, muy cerca del sitio conocido como el Hotel Negro en Bogotá, fueron encontrados tres cuerpos embolsados y abandonados en una carreta de reciclaje. El hecho, que resulta perturbador para la comunidad, parece común, tras advertir que ya son 19 las víctimas encontradas en las mismas condiciones en la ciudad de Bogotá.

En este caso, ni el Distrito, ni la Policía o la Fiscalía tienen duda de quiénes serían los autores intelectuales y materiales del macabro hallazgo. Se trata de la organización criminal conocida como el Tren de Aragua, un grupo de delincuentes que nació en Venezuela, pero extendió sus tentáculos a Bogotá.

SEMANA reveló las declaraciones que se encuentran en el proceso y en poder de la Fiscalía por los casos de homicidio que terminaron en bolsas de la basura y en las esquinas de Bogotá. En esas declaraciones se advierte cómo las víctimas son asesinadas y los sitios donde se cometen estos crímenes.

Para el comandante de la Metropolitana de Bogotá, el general Carlos Triana, resulta indispensable vincular a esta investigación a la Dirección de Policía Judicial Dijín y la Interpol, tras advertir que están enfrentando a una organización transnacional, de alta peligrosidad.

“A partir del trabajo interinstitucional de la Fiscalía, con toda la capacidad de la Policía Nacional a través de la Dirección de Policía Judicial Dijín, de la dirección de Inteligencia, la dirección Antisecuestro y Extorsión, vamos a trabajar de forma articulada para avanzar en los procesos de investigación que se vienen adelantando”, dijo el general Triana.

La violencia y la brutalidad con la que estos delincuentes del Tren de Aragua dejan tatuado en las víctimas se convierte, al mismo tiempo, en la evidencia que recaudaron la Fiscalía y Medicina Legal, para confirmar patrones comunes en los asesinatos y que dejan claramente a este grupo criminal como el responsable.

El general Triana advirtió que la articulación con organismos internacionales en esta investigación dejará importantes resultados de cara a desarticular esta organización criminal y garantizar la seguridad de los habitantes en Bogotá, además de otras ciudades del país donde este grupo de delincuentes tratan de infiltrarse.

“La capacidad de la investigación de la Policía Nacional y el acompañamiento de agencias internacionales, en el marco de la investigación criminal y de la misma inteligencia. El cruce de información con Ameripol, pero también un ejercicio integral de la Policía en terreno, en el sector específico donde se presentan diferentes modalidades delictivas, ahí estamos trabajando”, señaló el general.

Las evidencias resultan escalofriantes cuando se conocen en detalle. Las víctimas son secuestradas, torturadas y asesinadas, para luego meterlas en bolsas y dejarlas como basura en diferentes puntos de la ciudad, algunas veces con la intención de enviar un mensaje a las otras organizaciones criminales y otras porque simplemente no saben qué hacer con los cuerpos.

Los detalles de esta investigación los conoció SEMANA, así como los sitios donde estarían secuestrando y asesinando a las víctimas: centros de tortura que estaban metidos en la mitad de los barrios, junto a familias que, sin saber, tenían como vecinos al Tren de Aragua.