La temporada de lluvias se ha venido extendido cada vez más en el país, desde que inició oficialmente en marzo, aunque antes de esta fecha ya se venían presentando precipitaciones abundantes. Incluso, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) ha estimado un aumento de las precipitaciones en algunas regiones del país.
Esta semana, el Ideam recalcó que las lluvias pueden aumentar hasta un 60 % más para esta época de mitad de año e incluso hasta agosto, por lo que se continuarían presentando afectaciones por las precipitaciones a nivel nacional.
Aunque se estima que, las lluvias cesen un poco en agosto, algunas regiones del país tendrán precipitaciones hasta 2023, esto por las afectaciones del fenómeno de La Niña, en conjunto con la temporada de huracanes que se aproxima.
“Hay unos pronósticos que nos indican que aunque esta es una época de descenso de las precipitaciones, estas continuarán registrándose especialmente en las regiones Caribe y Orinoquia. Ante este panorama, debemos fortalecer nuestras capacidades, sabemos que muchos departamentos han estado al límite de capacidades”, puntualizó Eduardo José González, director de la Ungrd al respecto de los diagnósticos del Ideam.
Así entonces, se informó que tanto el Caribe como la Orinoquía estarían presentando fuertes lluvias hasta noviembre, mientras que la región Pacífica y la Amazonía si tendrían precipitaciones por lo que queda de año, según informó el Ideam.
Ante este panorama, el país no ha dejado de anunciar alertas rojas y naranjas, así como zonas de emergencia en todo el territorio nacional, advirtiendo sobre inundaciones, movimientos de masa o vendavales que se puedan presentar.
Nada más en la capital de Colombia, la Defensa Civil de Bogotá ha informado que, a la fecha, hay siete localidades que están en alto riesgo de posibles avalanchas o fenómenos de remoción de masa, ya que las lluvias generan sobrecargas de agua que desembocan en emergencias ambientales.
De hecho, explica la entidad, en los cerros orientales las sobrecargas de agua sobre los terrenos hacen que se vuelvan más blandos y se generen desplazamientos de tierra. Además, la entidad aseguró que específicamente son tres las localidades que tienen mayor riesgo de deslizamientos: San Cristóbal, Ciudad Bolívar y Usme. En esta última se reportó una emergencia en la tarde del miércoles 22 de junio, con el deslizamiento en el sector de Tocaimita, donde 17 casas fueron destruidas por un deslizamiento de tierra.
Mientras tanto, en el Valle del Cauca la Secretaría de Gestión del Riesgo de Desastres, la cual mantiene un monitoreo permanente en quince municipios afectados por las lluvias; y de acuerdo con Diana Marcela Navarro, profesional de Gestión del Riesgo, el Gobierno departamental adelanta la articulación con las autoridades municipales para darle manejo a la emergencia.
“Se han registrado inundaciones por colapso de alcantarillado en Candelaria, Obando, Andalucía y Zarzal; por aguas escorrentías en Andalucía y Florida, donde además se registró creciente súbita de una quebrada, y un vendaval en Jamundí”, indicó Navarro.
En Antioquia se informó de seis localidades que reportaron emergencias asociadas a la temporada de lluvias durante el fin de semana. Así las cosas, en los seis primeros meses del año, más de 170 mil personas han resultado afectadas por las fuertes precipitaciones.
La situación más crítica se presentó en los municipios de Anorí y Betulia donde dos deslizamientos de tierra sepultaron viviendas. En consecuencia, tres personas quedaron atrapadas en los escombros. Dos de ellas pudieron ser evacuadas a tiempo y se encuentran en recuperación en un centro asistencial del suroeste del departamento.