Las fuertes lluvias siguen generando emergencias en las diferentes carreteras del Valle del Cauca. La más reciente fue reportada en la vía Dagua-Loboguerrero, a la altura del kilómetro 54.

En redes sociales, conductores registraron la situación que se ocasionó a raíz de un fuerte derrumbe por las precipitaciones, en la mañana de este lunes festivo.

En este momento, las autoridades están frente a esta emergencia con maquinaria amarilla para poder habilitar la vía lo más pronto posible. Asimismo, informaron que este deslizamiento de tierra no dejó heridos o desaparecidos.

Esta no ha sido la única emergencia que se ha presentado en el municipio de Dagua por la ola invernal que atraviesa el país. El pasado 27 de octubre, a la altura del kilómetro 59, la carretera se agrietó. Tal es el daño que, si no se supiera que fueron las precipitaciones las que provocaron, en parte, el origen del agrietamiento, podría pensarse que un meteorito cayó justo en ese lugar y arrasó con todo a su paso. La falla que quebró la vía también derribó un ramillete de casas ubicadas justo a un lado de la carretera y dejó a otras en alerta máxima.

“Estamos en una situación crítica, la casa está que se cae hacia el río. Tuvimos que salir por necesidad, estamos a la intemperie. El terreno sigue cediendo y, si vuelve a llover, se va a ir hacia abajo, por eso tuve que salir”, relató Gloria Cruz, quien vive junto con sus hijos, entre ellos una joven en situación de discapacidad.

Gilberto Giraldo sigue abriendo su tienda con la premisa de que “Dios proveerá”. No tiene otra opción. Lo que antes era una abarrotada parada de buses que iban o venían del distrito portuario, ahora es un lugar visitado por uno que otro habitante del sector. El cambio que ha traído el cierre total de la carretera –estimó– es “del ciento por ciento o incluso más”.

“Estamos de manos cruzadas. Aquí había un restaurante, una tienda y una venta de frutas y verduras. De hecho, estaba recién surtida y todo se perdió porque no hay a quién venderle. Esta es una vía nacional que la mueven los turistas. Antes paraba mucha gente porque aquí teníamos un puesto de control de varios buses y ya no queda nada de eso”, expuso el tendero. Y es que hasta el 27 de octubre, cuando el paso por el kilómetro 59, jurisdicción del municipio de Dagua, quedó obsoleto por las grietas, más de 100 buses salían cada día desde la Terminal de Transporte de Cali hacia Buenaventura. Ahora solo salen unos 20.

El flujo de pasajeros ha disminuido considerablemente y los costos de operación se incrementaron, pues los vehículos tienen que recorrer 50 kilómetros más para llegar al distrito portuario por la vía a Mediacanoa.

Esto implica dos horas más de recorrido, mayores gastos en gasolina y el pago adicional de un peaje. Ivanov Russi, gerente de la Terminal de Transporte de Cali, aseguró que el costo del pasaje no ha aumentado. Sin embargo, no descarta que suceda en los próximos días si no se atienden las peticiones de este sector. “Le estamos pidiendo al Gobierno que nos ayude con la exención del pago de uno o dos peajes. De lo contrario, se hace insostenible cubrir la ruta hacia Buenaventura”, señaló.

Andrés Ruiz, un conductor de buses intermunicipales de Dagua, dijo: “El flujo de pasajeros e ingresos disminuyó en 70 %. La gente no está usando el transporte, pero aquí estamos presentes, tratando de cubrir la ruta para suplir las necesidades que tenemos y cumplirles a los usuarios. Hacemos lo posible por no causar golpes económicos a las personas, por eso, solo hemos aumentado en 1.000 pesos la tarifa”.

SEMANA habló con la alcaldesa de Dagua, Ana María Sanclemente, quien dio un panorama de esta ola invernal que acecha la zona:

“Estamos consolidando nuevas afectaciones. Llevamos entre diez y 12 horas de lluvia constante. Otra vez crecientes en el río Dagua, el río Anchicayá. Tenemos múltiples deslizamientos de tierra por toda la jurisdicción y estamos monitoreando los ríos”, explicó.

“El río Dagua se llevó más viviendas y estamos desde la Administración apoyando con auxilios de arrendamiento para las personas que perdieron por completo sus viviendas. Hemos contratado más maquinaria amarilla”, continuó.

Sanclemente aseguró que el municipio lleva hasta “el momento 138 derrumbes desde la primera afectación que fue el 26 de octubre. Hemos solicitado apoyo a la Gobernación del Valle y Gestión de Riesgos Nacional”.