El escándalo que crece en la policía y que fue denunciado por SEMANA ya está en la mira de la Procuraduría General de la Nación. El Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación (Icfes) fue designado como operador del concurso de patrulleros para realizar ascensos, la prueba se hizo, los resultados llegaron y algunos dieron por hecho que había logrado su meta de crecer en la Policía, pero por un error del Icfes, se echó para atrás y ahora de 10 mil que aprobaron, muchos están embolatados.
Según el Ministerio Público, el asunto de fondo es que la Dirección General de la Policía Nacional suscribió con el ICFES un contrato interadministrativo, “el cual tenía como objetivo la construcción, diagramación, aplicación, calificación y publicación de resultados de las pruebas sicotécnicas y de conocimientos policiales para el concurso de patrulleros, previo al curso de capacitación para ingresar al grado de Subintendente”.
A las pruebas, cumplidas satisfactoriamente el 25 de septiembre de 2022, se presentaron 41.599 patrulleros, de los cuales 10 mil resultaron elegidos y cuyas calificaciones fueron publicadas el 19 de noviembre en el portal web del ICFES. Pero eso no es todo.
La sorpresa llegó el 16 de diciembre cuando la institución policial y el ICFES, en un comunicado, informaron, a través de sus redes sociales, que se evidenció una falla técnica masiva en el procesamiento y carga de los datos publicados y esto obligaba a la verificación y corrección de los resultados.
La situación generó una cascada de reclamos, más de 140, de los patrulleros que habían sido seleccionados ya que los puestos que inicialmente ocuparon fueron modificados, razón por la que el ente de control exigió explicaciones al ICFES sin recibir respuestas claras.
Por estas razones, la Procuraduría Delegada Segunda para la vigilancia y Control de la Función Pública determinó compulsar copias al operador disciplinario competente para que adelante las investigaciones del caso.
SEMANA había revelado, por ejemplo, el testimonio de un uniformado que evidenciaba desde hace meses la molestia que se venía cocinando.
“Estamos muy desmotivados, uno ve que esto no mejora y, por el contrario, cada vez va de mal en peor. Perdonan a los de la primera línea, le quitan el respaldo a los policías, le meten mano a los resultados de las pruebas para ascender, que eso es lo único que lo motiva a uno”, le dijo a SEMANA uno de los patrulleros que está pensando en retirarse de la Policía.
La revelación de SEMANA
Este medio dio a conocer, hace pocos días, audio en donde hablan dos hombres (al parecer policías), quienes aseguran tener contactos supuestamente en el Icfes para hacer aprobar a los patrulleros que resultaron descalificados por las fallas que se presentaron.
“El 29 (diciembre) van a sacar otro listado y ahí qué se puede hacer, usted ya habló con los amigos del Icfes”, dice uno de los sujetos. El otro responde: “eso hay un mierdero con esa maricada, pero conmigo no hay problema”.
“El compañerito había quedado en un buen puesto y lo sacaron, entonces yo le dije que tenía una amistad confiable”, dicen.
En otro aparte de la conversación se escucha a quien supuestamente tiene los contactos al interior del Icfes, quien dice: “esperemos a ver cómo yo le puedo ayudar y cualquier cosa yo le comento (...). Listo, mi sargento”. En los pasillos de la Policía se escucha decir que para sacar a unos y meter otros se estaban cobrando cifras superiores a los cinco millones de pesos.
“Acuérdese que toda la prueba es con lápiz, que tanto es borrar y volver a llenar el círculo”, dijo otro patrullero a SEMANA al desconfiar de los resultados del Icfes, quien también está pensando en retirarse en las próximas semanas al no lograr el ascenso que supuestamente ya había ganado.
Para los patrulleros y sus familias, lo que está pasando hoy dentro de la institución es desalentador. Aseguran que no cuentan con respaldo de nadie, ni del director, ni del presidente Gustavo Petro, ni de los políticos.
“Para ponerse la gorra de la Policía, los políticos sí son felices sacando pecho, pero para pelear por los derechos de ellos nada que ver”, dijo Leydi, esposa de uno de los patrulleros que sufrió las consecuencias de las fallas del Icfes.
Dice que la base de la Policía está muy desmoralizada, que a los uniformados no les dan ganas de salir a patrullar y menos con lo que está sucediendo con relación a varios temas, como por ejemplo las excarcelaciones de los integrantes de la primera línea.