Dilian Francisca Toro es para muchos la nueva ministra de Salud. Aunque el presidente Iván Duque no ha realizado su nombramiento, al escucharla hablar sobre esta cartera, es evidente que se trata de una que la exgobernadora conoce y desea. La conversación a continuación confirmaría ese dicho que dice: “Si camina como pato, grazna como pato, entonces es un pato”. Dilian Francisca ha sonado también para el Ministerio del Interior y para el de Trabajo. Luis Carlos Vélez: Usted ha sonado para ser cabeza de un ministerio. ¿Qué piensa de eso? Dilian Francisca Toro: Para mí lo más importante es servir, ayudar a la gente, a la comunidad. Servir a mi departamento fue algo maravilloso, y servir al país en un momento tan importante como este sería fundamental. Puedo aportar mi experiencia y lo que he vivido en mi trayectoria política y ejecutiva para lograr los cambios que se deben dar en el país.
L.C.V.: ¿En cuál de los dos ministerios se ve mejor, en el de Salud, Interior o Trabajo? D.F.T.: Yo he trabajado mucho en el sector salud. He sido legisladora y ejecutora. Sé cuáles son los problemas que hay; las barreras, la problemática que está viviendo el ciudadano común y corriente cuando tiene que acceder a la salud. Esas barreras hay que quitarlas, y yo creo que sería muy bueno darle a la gente salud con calidad, con oportunidad y sin barreras. Mi experiencia es en ese sector, pero eso depende del presidente. L.C.V.: ¿Cuál es la tarea más importante en ese sector? D.F.T.: Son muchas. Hay que hacer una reforma estructural. Por ejemplo, la salud pública es fundamental, es decir, la atención integral a los pacientes, así como quitar las barreras. Debe haber equilibrio entre los sectores. Las EPS están ejerciendo mucho poder, y el sistema se creó pensando en los pacientes. Ahí debe haber un equilibrio entre las EPS y las IPS para servir al paciente. En eso tenemos que laborar muchísimo. L.C.V.: ¿A qué se refiere cuando dice que las EPS tienen mucho poder? D.F.T.: Considero que hay que cambiar la forma como funcionan las EPS, en el sentido de que no haya integración vertical; que contraten la prestación de servicios con redes integradas públicas y privadas para que garanticen la continuidad y la calidad del servicio. También deben contratar la prestación por el 92 por ciento de la UPC, como dice la ley. "Yo he trabajado mucho en el sector salud. He sido legisladora y ejecutora". L.C.V.: ¿Qué haría usted si fuera la ministra de Salud? D.F.T.: La razón de ser del sistema de salud es que el centro de la atención sean los pacientes. Me concentraría en que las EPS acepten que su función es la gestión del riesgo y la atención integral. Trabajaría en la implementación del acuerdo de punto final en el país para garantizar el equilibrio financiero del sistema, incluyendo la compra centralizada de medicamentos e insumos de alto costo. Reglamentaría la ley estatutaria; fortalecería la infraestructura y tecnología de los hospitales públicos; buscaría la corresponsabilidad de la nación con los departamentos y municipios. Pondría en funcionamiento al comité intersectorial de los determinantes sociales de la salud. Revisaría las condiciones del talento humano en salud, y abordaría el fenómeno de la migración y sus efectos en el sistema.
L.C.V.: ¿Cree usted que algún día los colombianos podamos tener salud de calidad gratis, como lo piden los manifestantes en las marchas? D.F.T.: Gratis, sí, para la población de los niveles 0, 1 y 2, los más pobres y vulnerables. Deberíamos tener un subsidio parcial para las personas del nivel 3, especialmente para aquellas vinculadas informalmente a la economía. Y las personas de los niveles 4, 5 y 6 deberían pagar lo que les corresponde y ayudar a subsidiar a los más pobres. L.C.V.: ¿Cómo cree que el ministerio debería enfrentar el problema del coronavirus, que parece agravarse cada vez más? D.F.T.: Hay que dar información clara a la comunidad y a los medios, y articularse con las instancias para dar cumplimiento al código sanitario internacional. También hay que pensar en capacitar al cuerpo médico y garantizar los insumos de laboratorio para el diagnóstico rápido. Si se declara la alerta epidemiológica, hay que definir todas las rutas de atención para los pacientes en las regiones y, finalmente, mucha pedagogía sobre medidas básicas de prevención. L.C.V.: ¿Qué piensa usted de lo que dicen algunos sobre que el Ministerio de Salud es un fortín político? D.F.T.: No creo que lo sea en este momento. El ministro Uribe, que acaba de salir, es una persona muy seria y trabajó de forma muy transparente. L.C.V.: ¿Ha hablado con el presidente sobre el ministerio? D.F.T.: Muchas veces, cuando yo era gobernadora, hablaba con el presidente del tema de salud, por ejemplo, en la Federación Nacional de Departamentos. Le di ideas sobre el modelo del no POS. Él nos escuchó y el no POS, es decir lo que no está incluido en el plan de beneficios en salud, lo asumió el Gobierno nacional. Antes lo asumíamos los departamentos y no teníamos cómo hacerlo. También hablamos sobre las excepcionalidades a la ley estatutaria, sobre cómo lograr que haya realmente calidad para los pacientes. Siempre en las reuniones como gobernadores, en los temas de salud, era yo quien los representaba. L.C.V.: Pero el presidente ya le ofreció la cartera… D.F.T.: La última vez que hablé del tema de salud con el presidente fue hace un mes. L.C.V.: ¿Qué le dice a quienes piensan que un eventual ingreso suyo al Gobierno significaría una cuota política para el Partido de la U? D.F.T.: Lo más importante es hacerle bien al país. Lo fundamental es pensar que tenemos que hacer una reforma estructural al sistema de salud para darle atención de calidad al paciente, con una red prestadora de servicios integrada en donde este no tenga que pedir autorización, sino que pueda llegar hasta donde necesita, desde prevención hasta rehabilitación. Ese es el objetivo que se debe tener muy claro si se llega al ministerio.
L.C.V.: No me ha respondido… D.F.T.: Si el presidente me llama sería por mis conocimientos en el sector y los resultados que he obtenido; pero claro, yo pertenezco al Partido de la U. L.C.V.: ¿Cuál es el mayor reto del presidente Iván Duque? D.F.T.: Yo creo que es escuchar a todos los sectores. En Colombia ha habido un cambio, y se ha dado de la mano de los jóvenes, de las nuevas generaciones. La gente quiere pronunciarse, quiere ser escuchada. Eso está en las decisiones políticas y de gobierno, y ocurre en la medida en que el presidente escuche y tenga conversaciones francas y directas. El presidente lo está haciendo, y es el camino correcto para conocer lo que necesita el país y generar soluciones reales. "Los partidos son muy importantes; hay que mantener las instituciones mientras generen beneficios a la sociedad y al país". L.C.V.: Usted es del Partido de la U. En la próxima reforma política se podría permitir un periodo de transfuguismo para equilibrar cargas. ¿Usted cree que se va a acabar La U? D.F.T.: Nunca he pensado que se pueda acabar. El partido se fortaleció en estas elecciones regionales. Los partidos son muy importantes; hay que mantener las instituciones mientras generen beneficios a la sociedad y al país. El Partido de la U debe trabajar en algo que para mí es muy importante, y es una reforma estructural al sistema de salud, como ya lo dije.
L.C.V.: Algunos dicen que usted hoy por hoy es una de las mujeres más importantes en la política del país. ¿Se ve así? D.F.T.: No. Yo soy una líder social y una mujer que trabaja todos los días con mucho amor por las cosas que hago. Todo lo hago con el corazón, con muchas ganas y energía. Si es servicio a la comunidad, trabajo con la gente; y ayudar a la comunidad siempre lo haré. L.C.V.: Eso suena a discurso presidencial… ¿Le gustaría ser presidenta? D.F.T.: Yo le serví mucho a mi departamento y me gustó. Si se necesita o si llega el caso de ayudar a mi país, lo haré en lo que pueda. Más que llegar a cualquier cargo, yo en mi vida pienso que en todo lo que haga me gustará trabajar con la gente y con la comunidad, y ahí es donde voy a estar. L.C.V.: Eso es un sí elegante… D.F.T.: Lo que quiero decir es que lo que yo hago con mucho amor, ganas y pasión es trabajar por la gente y la comunidad. Con cargo o sin cargo, yo me siento feliz y contenta trabajando con la gente.