La mesa de diálogo entre el Gobierno del presidente Gustavo Petro y la guerrilla del ELN (Ejército de Liberación Nacional) quedó formalmente instalada. Aunque aún hay algunos puntos específicos por definir sobre la mecánica de la negociación, las partes están de acuerdo en que deben avanzar rápidamente.

En ese sentido, el jefe de la delegación del gobierno, Otty Patiño, explicó que la cercanía que hay entre las partes permitirá que haya esos avances en temas que son bastante complejos.

“Sintonía no significa anticiparse a las cuestiones no acordadas. En los temas tan complicados como el cese al fuego hasta ahora hicimos la primera aproximación”, dijo el negociador.

Sin embargo, sorprendió al afirmar que la cercanía que hay entre las partes llega a tal punto que, incluso, se podría hablar de una afinidad política.

“Hay una especie de, no digamos amor a primera vista, pero sí una confianza a primera vista y un optimismo razonable por este primer encuentro. Esto nos permite decir la confianza que tenemos en el proceso se ha reafirmado”.

Sobre este punto, agregó que “no solo hay una simpatía entre la comisión, sino también hay una simpatía política entre la delegación del ELN y el actual gobierno. Es una simpatía que parece obvia, pero que uno la constata en los encuentros”.

Las declaraciones de Patiño sorprendieron a los periodistas que asistieron a la instalación formal de la mesa de diálogo porque no quedó claro por qué hizo esa afirmación de una afinidad política con el gobierno del presidente Gustavo Petro. Incluso, algunos de los integrantes de la delegación del Gobierno quedaron sorprendidos.

Sobre la negociación, Patiño dijo que próximamente las partes empezarán a abordar temas complejos que son fundamentales como la posibilidad de implementar un cese al fuego. Además, dijo que hacer los cambios necesarios debe tocarse de fondo el tema de la participación para que haya desarrollo en otros puntos clave del diálogo.

“Creo que en este proceso será muy importante todo lo que hay por hacer, el tema del pasado se revisará y tendremos muchas cosas por hacer. Lo haremos como país y eso permitirá que discutamos sobre varios temas y se desarrollen pensando en el futuro”, indicó.

Por ahora, está claro que este primer ciclo de conversaciones tendrá una duración aproximada a los 20 días, por lo que está previsto que termine el 15 de diciembre. Durante ese tiempo, algunos negociadores del gobierno Petro viajarán a Colombia y volverán antes de finalizar la primera fase.

Durante estos primeros días las partes continuarán definiendo algunos asuntos logísticos y posteriormente empezarán a abordar los temas de la agenda pactada. Los encuentros se adelantan en un sector alejado de Caracas (Venezuela) para garantizar que los negociadores estén tranquilos y se puedan concentrar en las conversaciones.

Así mismo, se está definiendo la posibilidad de que semanalmente haya una declaración del Gobierno para informar al país sobre los avances de la mesa, aunque este punto todavía está en discusión. El comisionado de Paz, Danilo Rueda, ha sido claro en que todas las decisiones que se tomen deberán ser consultadas con el ELN porque al tratarse de una mesa de diálogo, las partes deben estar enteradas de lo que se hará.

Finalmente, quedó claro que la mesa también podría trasladarse a otros países, por lo que el segundo ciclo podría hacerse en otro lugar distinto a Caracas, pero esta también será una decisión conjunta que se dará a conocer en 2023.