La escalada violenta a la que tiene sometida las disidencias de las Farc a la población del Cauca no para. En esta ocasión, un helicóptero del Ejército fue atacado este jueves con disparos de fusil mientras realizaba labores humanitarias en Argelia, sur del departamento.
La información preliminar señala que el helicóptero UH-60 recibió un disparo de fusil cuando llevaba a una menor recuperada y los cuerpos de tres disidentes del frente Carlos Patiño, abatidos en El Plateado, zona rural de Argelia.
La experiencia de los pilotos permitió que la situación no terminara en una tragedia. La aeronave aterrizó de emergencia en Popayán, capital del Cauca. Por ahora, no se reportan personas heridas tras este ataque criminal.
Cabe recordar que hace una semana fueron dados de baja 15 guerrilleros del frente Carlos Patiño en esa región del país. Detrás de la misión estuvo un poderoso misil que acabó con la vida de quince supuestos guerrilleros.
La lupa de los soldados se puso sobre la vereda La Hacienda, ubicada en el municipio de Argelia, donde el avión fantasma de la Fuerza Aérea detectó un campamento que era usado por el grupo armado para actividades de narcotráfico. Allí no había presencia de niños ni estaba cerca de viviendas, según la institución.
Con esta información en mano, se empezó a fraguar el ataque con fuego de artillería y empleo de plataformas terrestres. Fuentes cercanas al operativo confirmaron a SEMANA que el Ejército usó misiles israelíes de la familia Spike, sistemas de detección de última tecnología y seguimiento de blancos Toplite III.
Los Spike fueron los determinantes, cuyo alcance es de 32 kilómetros, “distancia a la que se puede llegar gracias a la reducción del peso y a mejoras aerodinámicas en las aletas y cuerpo del misil”. El informe preliminar advierte que estos elementos golpearon a dos comisiones del Estado Mayor Central.
Murieron quince presuntos combatientes y una docena más resultaron heridos, quienes se resguardaban en el corregimiento El Plateado para amplificar el negocio de estupefacientes y controlar a la población civil; además, tras la finalización del cese al fuego, lanzaban ofensivas violentas contra las tropas.
La orden del Gobierno nacional es arrebatarle el poder al grupo guerrillero en los departamentos del Valle del Cauca, Nariño y Cauca. Desde entonces, solo en esta última región, el Ejército Nacional ha sostenido 31 combates con los hombres de Iván Mordisco, reportados temerosamente por indígenas y campesinos.