Los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela respondieron varias preguntas a SEMANA vía correo electrónico y detallaron varios puntos sobre la carta que le enviaron al expresidente Andrés Pastrana y ha generado tanto revuelo en el país por la presunta financiación de la campaña presidencial en 1994.

Entre otros temas, los capos del narcotráfico hablaron del actual embajador de Colombia en Argentina, Álvaro Pava, quien fue mencionado en esa carta. Pava le dijo a SEMANA que “ellos dicen que fueron muy amigos de mi padre y que se llama Álvaro Pava. Mi padre fue un hombre público, 32 años como congresista y embajador en varios países, pero se llama es Jaime Pava Navarro, así que la respuesta es sencilla”.

El diplomático agregó que la carta de los extraditados tenía varias imprecisiones que demuestran que su familia no era amiga de los Rodríguez Orejuela y que mucho menos los capos del narcotráfico tenían esa cercanía que manifestaron en la carta que se le envío al expresidente Pastrana. “Si uno de verdad tiene grandes amigos se sabe el nombre, si no se saben el nombre es difícil creer”.

Sin embargo, los exjefes del Cartel de Cali, presos en cárceles de Estados Unidos desde hace más de medio siglo, desmintieron al embajador Pava. “No quisiera seguir polemizando con el doctor Álvaro Pava. Él es un hombre de prestigio bien ganado, es un hombre honesto. Su padre y yo sí nos conocimos a raíz del interés de él de vender la Cadena Super”, dicen los hermanos.

En las respuestas a SEMANA entregan detalles de esa cercanía, que según ellos tuvieron con la familia del actual embajador y negaron que haya imprecisiones, como lo afirmó el diplomático. “A Humberto (Pava) también lo conocimos y fuimos más amigos. Desgraciadamente, estuvo en problemas por unos cheques de nosotros. Pero los Pava han sido hombres de bien, y eso lo sabe el país”, puntualizaron.

Eso sí, dejaron claro que cuando conocieron al padre del embajador muy seguramente este desconocía las actividades ilícitas que ellos cometían porque no eran públicas y posaban como grandes empresarios. “Cuando yo fui amigo circunstancial del señor Jaime Pava, ni él, ni casi nadie, sabía que yo estaba en el maldito negocio. El doctor Álvaro debe saber que no hay que ser más papista que el Papa. En esa época teníamos una cadena de emisoras más grande que era Super, y usted sabe que es el Gobierno el que adjudica las frecuencias radiales. Éramos los mayores accionistas del Banco de los Trabajadores”.

Además, los capos le explican al embajador por qué su padre, tal vez, nunca supo que ellos eran narcotraficantes y cuentan detalles de la vida empresaria que tuvieron en Colombia. “Éramos dueños de Discor de Colombia, distribuidora exclusiva de la Chrysler, el contrato de exclusividad lo firmé (Gilberto Rodríguez) con el presidente de la Chrysler en la Embajada de los Estados Unidos en Bogotá, ante el agregado comercial de la Embajada. Drogas la Rebaja ya era la primera cadena de ventas al detal de medicinas de Colombia”, continuó.

Agregan: “Miguel (Rodríguez), el socio mayoritario, mecenas y presidente del Club América, campeón de Colombia tantas veces que ni me acuerdo. Entonces, que el señor Jaime Pava haya sido mi amigo circunstancial no lo hace ni más bueno, ni mas malo”, dicen en su respuesta a SEMANA los exjefes del Cartel de Cali.

El embajador Pava defendió al expresidente Andrés Pastrana al conocer la primera carta de los Rodríguez Orejuela y señaló que a esa campaña de 1994 “fue impecable, el doctor Andrés Pastrana manejó con pulcritud esa campaña”.

De hecho, dijo que la campaña de Andrés Pastrana podría ser la más investigada del país porque como en esa época se comprobó que la de Ernesto Samper había recibido dinero, pues se abrieron investigaciones de inmediato.

“La nuestra tuvo muchas investigaciones y al detalle. No se violaron los topes y cada peso fue sustentado. Debo aclarar que mi función en la campaña era netamente política, electoral, así que yo no tenía facultad de recibir dineros. Por lo tanto soy testigo del buen manejo que se dio”, afirmó.