Esta semana, el expresidente de la Cámara de Representantes Hernán Penagos (La U) será el congresista clave para el presidente Juan Manuel Santos. Tendrá la misión de conseguir los votos para que se apruebe el acto legislativo para la paz, que en su séptimo debate incluirá la columna vertebral del acuerdo alcanzado entre el Gobierno y las FARC para blindar jurídicamente los acuerdos de paz que se firmen en la Mesa de Conversaciones.Según el acuerdo alcanzado por las partes, antes del 18 de mayo se debe incluir en la ponencia para séptimo debate del acto legislativo para la paz un texto que permita elevar a la categoría de Acuerdo Especial el acuerdo final para la terminación del conflicto en los términos de los Convenios de Ginebra.El texto propuesto desde La Habana dice: “En desarrollo del derecho a la paz, el Acuerdo Final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera constituye un Acuerdo Especial en los términos del artículo 3 común a los Convenios de Ginebra de 1949. Con el fin de ofrecer garantías de cumplimiento del Acuerdo Final, una vez este haya sido firmado y entrado en vigor, el anterior ingresará en estricto sentido al bloque de constitucionalidad para ser tenido en cuenta durante el período de implementación del mismo como parámetro de interpretación y referente de desarrollo y validez de las Normas y las Leyes de Implementación y desarrollo del Acuerdo Final”.Esa redacción fue incorporada en la ponencia sin ningún tipo de modificación. Ahora la Comisión Primera de la Cámara tendrá que darle el visto bueno, en el debate que se va a citar para el próximo miércoles. En diálogo con Semana.com, el ponente, Hernán Penagos, asegura que si el Congreso no aprueba este artículo, la firma de la paz quedaría en suspenso.Semana.com: ¿Cómo quedó la ponencia para séptimo debate del acto legislativo para la paz?Hernán Penagos: Se incluyó en el texto de la ponencia un artículo transitorio nuevo donde se recoge la redacción acordada entre el Gobierno y las FARC que, en últimas, lo que busca es elevar a la categoría de acuerdo especial el acuerdo final que se suscriba entre las partes. Pero además se incluye un parágrafo en el que se advierte el procedimiento para que ese acuerdo especial se incorpore en el bloque de constitucionalidad.Semana.com: ¿Cuál será ese procedimiento?H. P.: El acto legislativo señala que después de la refrendación y una vez se inicie el proceso de implementación, se presentará un proyecto de ley que señale que ese acuerdo especial hará parte del bloque de constitucionalidad.Semana.com: Este artículo nunca hizo parte de los seis debates anteriores. Si se incluye ahora, ¿cree que hay riesgos de que se declare inconstitucional?H. P.: Ese tema ya se había tratado en varios de los debates tanto en la Cámara como en el Senado. Se presentaron ciertas proposiciones definiendo la posibilidad de convertir en acuerdo especial el acuerdo final suscrito por la guerrilla de las FARC y el Gobierno. De hecho, entiendo que en el Senado varias de esas proposiciones quedaron como constancias, cumpliendo lo que señala la Corte Constitucional en materia de consecutividad. Semana.com: En la ponencia se incluyó el texto tal como se acordó en La Habana, ¿eso quiere decir que la Cámara no podrá modificarlo? H. P.: Lo que pide el Gobierno en sentido estricto es que se incluya el artículo tal como se redactó en La Habana y que no se le hagan modificaciones. Pero constitucional y legalmente el Congreso podría aprobarlo o improbarlo y hasta modificar el texto.Semana.com: ¿Qué pasaría si, en su autonomía, la Cámara de Representantes decide modificar el texto, o en un caso poco probable, no aprobarlo?H. P.: Si se rechaza este artículo acordado entre las partes, tendrían que volver a sentarse los negociadores del Gobierno y la guerrilla a construir un nuevo acuerdo porque eso frustraría la posibilidad de la firma del acuerdo final que se espera sea en las próximas semanas. En otras palabras, no aprobado este artículo y no incorporado al acto legislativo, quedaría en suspenso la posibilidad del acuerdo para la firma del fin del conflicto.