El proyecto de Hidroituango se ha convertido en uno de los temas a tratar con pinzas en la agenda nacional durante los últimos años, teniendo en cuenta que se ha visto inmersa en una gran variedad de escándalos desde su adjudicación hasta la fecha.

Gracias a la reactivación que tomó la obra y con la llegada a la casa de máquinas del último segmento que permite el montaje del estator, equipo indispensable para la generación de energía, el proyecto ha tenido un avance significativo, según las Empresas Públicas de Medellín (EPM).

De acuerdo con EPM, se han avanzado en trabajos subacuáticos, lo cual representa una de las labores de ingeniería más difíciles y complejas, sobre todo por mitigar la probabilidad del riesgo de las personas y comunidades aguas abajo.

En este sentido, el proyecto tiene un avance del 86.5% por encima de lo que se había logrado en abril de 2018, momento antes de ocurrir la contingencia.

Por su parte, el vicepresidente de Generación de Energía de EPM, William Giraldo Jiménez, que gracias a este avance en 2022 la obra ya podrá generar energía.

“Esperamos poner en servicio la primera unidad en julio del próximo año y la segunda en octubre para dar cumplimiento a la resolución y darle tranquilidad al país con la energía generada y a la empresa. También a las comunidades aguas abajo porque siempre buscamos su protección y evitar cualquier siniestro”, dijo el funcionario.

Y es que la importancia de este proyecto es que sería la generadora eléctrica más grande del país, sin embargo, la corrupción y las irregularidades técnicas que se han presentado alrededor de la hidroeléctrica retrasaron el avance del desarrollo de la infraestructura desde hace dos años.

Tuvieron que pasar 44 meses para que gracias al fallo de responsabilidad fiscal que emitió la Contraloría General, se pudiera resarcir parte de los daños ocurridos desde que se produjo una falla en la obra y que luego fue atribuida a errores de diseño y construcción de la hidroeléctrica.

Con este fallo se da la recuperación del 90 por ciento de los recursos involucrados, es decir unos 3.9 billones de pesos de un total de 4.3, con lo cual las firmas aseguradoras involucradas deben responder por dicho valor de acuerdo a su nivel de responsabilidad.

¿Hidroituango prenderá turbinas en 2022?

Varias han sido las noticias -durante esta semana- que despejan el camino para que Hidroituango pueda prender su primera turbina en junio de 2022.

En primer lugar, el millonario pago que hará Mapfre, en enero de 2022, significan recursos frescos para la inversión en el avance de la obra, la cual, según dijo recientemente el gerente de EPM, Jorge Carrillo, va en un 86,5%, con corte a 30 de noviembre.

Durante esta semana, también se conoció que todos los que se requieren para poner en marcha de nuevo la obra, que se vio frenada luego del fallo de responsabilidad fiscal emitido por la Contraloría, sobre 26 personas entre naturales y jurídicas, habían firmado la prórroga. Entre diseñadores, interventores y constructores, el que más tardó en estampar la firma en el preacuerdo para la prórroga, fue el consorcio constructor, que finalmente aceptó continuar durante 8 meses de trabajo y 3 de empalme con los ganadores de la licitación que se abrirá alrededor del proyecto.

Un tercer anuncio, favorable a la atropellada construcción de Hidroituango, se produjo en torno al gerente de EPM, cuyo nombramiento había sido demandado, en busca de revocar el decreto que lo ubicó en ese puesto directivo.

Con capital humano, capital financiero y decisiones que aparte a Hidroituango de intereses políticos, la construcción de la hidroeléctrica podrá seguir su marcha y llegar al término que se vio embolatado, en medio de un sobrecosto enorme, pero, principalmente, con un alto riesgo de que el país pudiera llegar a un racionamiento energético, por falta del 17% de la energía que generará la hidroeléctrica.