El ex vicepresidente Angelino Garzón, uno de los políticos que goza de buena favorabilidad en el país, se ha declarado en múltiples ocasiones como un hombre sin partido político. De joven, como él mismo lo recuerda, militó en el Partido Comunista. En los años 70, tras haberse graduado de periodista, empezó a emerger como uno de los principales dirigentes sindicales. En los 80 se le asoció con la Unión Patriótica, apareció encabezando las multitudinarias honras fúnebres de los candidatos presidenciales Jaime Pardo Leal o Bernardo Jaramillo Ossa. En el año 90 fue elegido constituyente por la Alianza democrática M-19. Años después, y mediante firmas, fue elegido gobernador del Valle en el año 2003. Posteriormente, lideró, junto a su amigo Julio Roberto Gómez, una plataforma política llamada Centro Independiente. Que se sepa, la única vez que ostentó la credencial de un partido fue el de La U, para ser vicepresidente de Juan Manuel Santos. El año pasado renunció a ella, pero tuvo que reversar su decisión para poder aspirar a la alcaldía de Cali. El deambular político de Angelino, o su cualidad para saltar de un lado a otro, parece que fue heredado por su hija, Ángela Garzón. Ella, tras haber sido dirigente de la llamada Unidad Nacional, ahora aspira por primera vez a un cargo de elección popular, pero para sorpresa de muchos se deslizó hacia el uribismo para ser candidata al Concejo de Bogotá. En el año 2013 el entonces director del Partido Liberal la presentó como un gran refuerzo para el partido, y le encomendó temas que han sido muy afines a la lucha política de su padre. Fue nombrada Secretaria Social y de Participación Ciudadana del Liberalismo. Ese mismo año Ángela fue propuesta para encabezar la lista de candidatos a la Cámara de Representantes de Bogotá. Declinó por una inhabilidad que tenía para ejercer cargo público, pues su padre era vicepresidente. Tras ello pasó al partido de la U e integró el equipo de mujeres de la campaña de reelección del presidente Santos. Por eso sorprende que hoy fuera presentada como el segundo renglón de la lista de candidatos al Concejo de Bogotá por el Centro Democrático. Es decir, en menos de un año pasó del santismo al uribismo que, en meses pasados, le había dirigido una carta a Angelino Garzón en la que lo apoyaba para las próximas elecciones si se lanzaba por firmas. Como no lo pudo hacer, y recibió el aval de La U, ahora el uribismo decidió reclutar a su hija para intentar ser la principal bancada del concejo de la ciudad. Ángela Garzón se estrenará en la política electoral. Y de momento parece que le heredó a su padre la facilidad de deslizarse de un partido a otro.