Con la victoria de Iván Duque y la llegada del uribismo de nuevo al poder, se esperaba que las tensiones entre quienes representan esa fuerza política con el gobierno Santos se apaciguaran. Por el contrario, esta semana pasada la batalla la protagonizaron los hijos del expresidente Álvaro Uribe con los de Juan Manuel Santos. Con la etiqueta #GobiernoSantosMintió, Tomás y Jerónimo Uribe armaron un revuelo en las redes sociales al publicar duras afirmaciones contra el mandatario saliente.No es la primera vez que los herederos de Uribe se despachan en Twitter. Con frecuencia en esta red social ellos replican los mensajes de uribistas purasangre como José Félix Lafaurie, María del Rosario Guerra o el abogado Abelardo de la Espriella. Sin embargo, esta vez encontraron dos interlocutores para mantener viva la pelea: Esteban y Martín, los dos hijos del expresidente Juan Manuel Santos.

A comienzos de julio, Jerónimo, el menor, había tuiteado culpando al ELN y a las bacrim –pero también a Santos y a Petro– del auge de la violencia y los cultivos ilícitos en el país. Incluso, dijo, el presidente “acolitó” el secuestro en Colombia del activista ecuatoriano Fernando Balda y “entregó a Maduro” al estudiante Leonardo Saleh, acusado de siete delitos en Venezuela y expulsado de Colombia en 2014.Puede leer: El vainazo de Uribe a Santos por su "legado"Pero esos trinos no tuvieron el mismo alcance que el que puso Tomás y que desencadenó las respuestas de los hijos de Santos. En este, también del pasado martes, afirmó: “Santos nos deja un país endeudado, nadando en coca, en el albor de una nueva oleada de violencia, con instituciones deslegitimadas por su excesiva capacidad de corromperlas, con el socialismo radical en su máxima expresión. Premio Nobel del engaño, de la traición a su pueblo”. Algunos días antes también había trinado, frente a la masacre de Argelia (Cauca), “apenas comienzan las consecuencias de la falsa paz de Santos”.La pelea por Twitter demostró que entre uribistas y santistas estará viva por un buen rato.Sin referirse directamente al contenido de esos dos mensajes, Martín Santos contestó cuestionando la independencia del presidente electo. Aseguró, frente al video de Iván Duque mandándole saludes de Uribe y Pastrana al rey de España, que “más allá de burlas, queda claro que Uribe siempre será la carta de presentación de Duque, quien gobernará coaccionado con rienda corta”.Las chispas que sacó el intercambio de trinos fueron calentando la pelea digital a tal punto que el jueves esta pasó del terreno político al personal. Esteban Santos trinó una foto con su padre que acompañó del texto “Da mucha tranquilidad poder decir que tras 8 años de gobierno de mi papá tengo el mismo patrimonio que tenía antes”. Muchos asociaron ese mensaje a una referencia a los hijos de Uribe, de quienes los críticos dicen que hicieron su empresa y patrimonio durante la gestión de su padre. De hecho, esa percepción volvió a tomar fuerza después de que el senador Carlos Fernando Galán hizo un debate sobre el uso del suelo en Cundinamarca, en el que insinuó que los hijos de Uribe se habrían favorecido con el cambio de uso de un terreno en Mosquera. Ese día el expresidente no contuvo la ira y se fue caminando desde su curul de senador hasta el atril donde hablaba Galán. Lo tachó de mentiroso.Puede leer: Corte Suprema se inhibió de investigar a Uribe por publicidad engañosa en el plebiscitoTomás Uribe fue uno de los que interpretó como crítica el mensaje de Estéban, y trinó rápidamente: “Pues hombre lamento que halle la tranquilidad en la ausencia de éxito. En nuestro caso llevamos 17 años moliendo de sol a sol, haciendo empresa y creando empleo en Colombia, y el éxito es una aspiración legítima de quien lo ha luchado”. Estéban le contestó: “El éxito para mí estos años fue haberme graduado del colegio, haber prestado servicio en el glorioso Ejército, y haberme graduado de la universidad. No entiendo por qué se dio por aludido con mi trino”.Hasta hace pocos años los hijos de los mandatarios y de los expresidentes en Colombia guardaban silencio. Por un lado, porque eran, o mayores, o de poca edad. Por otro, porque no existían las redes sociales que ahora magnifican su voz. Cuando Iván Duque termine su mandato en cuatro años, sus hijos seguirán siendo muy pequeños como para pelear por política. Pero, más allá del final jocoso, la pelea por Twitter demostró que entre uribistas y santistas estará viva por un buen rato.