El Gobierno de Colombia y las FARC anunciaron en la mañana de este miércoles en La Habana que llegaron a un acuerdo sobre el asunto de la participación política, el segundo punto de la agenda pactada para este proceso de paz. Diversos analistas consideran que se trata de un hecho histórico que abre una puerta para ponerle punto final al conflicto armado que desangra al país desde hace medio siglo.Sin embargo, hubo voces en contra. Por ejemplo, Oscar Iván Zuluaga, candidato presidencial de Uribe Centro Democrático, formación política que lidera el expresidente Álvaro Uribe Vélez, principal opositor al proceso manifestó que lo acordado era una burla.Su enojo contrastaba con la satisfacción de las dos delegaciones –Gobierno y FARC- en La Habana para quienes era evidente que es un avance sin antecedentes.El consenso alcanzado “constituye una apertura democrática en el marco del fin del conflicto”, según señalaron las partes en una declaración leída por los representantes de Cuba y Noruega, países garantes del diálogo de paz, durante un acto formal al que asistieron los negociadores del Gobierno y la guerrilla.Este acuerdo es el segundo que alcanzan los negociadores -tras conseguir un consenso sobre el tema de la tierra en mayo pasado- a casi un año de que las conversaciones de paz se instalaran en Cuba el 19 de noviembre de 2012.Según las partes, el acuerdo anunciado este miércoles “profundiza y robustece” la democracia colombiana “ampliando los derechos y garantías para el ejercicio de la oposición, al igual que espacios de participación de política y ciudadana”, con el objeto de promover el pluralismo, la inclusión política y la transparencia en los procesos electorales.En el caso de llegarse a un acuerdo definitivo de paz, esta resolución contempla cambios institucionales “para facilitar la constitución de partidos políticos y el tránsito de organizaciones y movimientos sociales con vocación política para su constitución como partidos”.También hubo consenso en crear, siempre que se alcance la paz, unas condiciones especiales en una fase de transición para el caso de nuevos movimientos que se constituyan en partidos políticos, lo que podría ser el caso de las FARC.El acuerdo establece, asimismo, que “se convocará en un evento nacional a los voceros de partidos y movimientos políticos para integrar una Comisión que defina los lineamientos del estatuto de garantías para los partidos que se declaren en oposición”.Esa comisión “facilitará la participación de voceros de organizaciones y movimientos sociales, expertos y académicos” con propuestas para crear un Estatuto de la Oposición, según el documento.De esta manera los negociadores del Gobierno de Juan Manuel Santos y de las FARC cerraron este miércoles el actual y decimosexto ciclo de sus conversaciones en La Habana, donde el debate sobre la participación política comenzó desde junio pasado.Las partes precisaron que la próxima ronda de los diálogos se centrará en el tema de la “solución al problema de las drogas ilícitas”.