Adolf Hitler fue uno de los más grandes dictadores de toda la historia en el mundo. El político alemán es famoso a nivel mundial, debido a que fue quien propició la Segunda Guerra Mundial, tras obtener gran popularidad en medio de la Gran Depresión en 1929.
Su racismo y antisemitismo, hizo que ejecutara miles de crímenes en los llamados campos de concentración, como el de Auschwitz, en el que se exterminaba a las personas afrodescendientes y judíos. Esto es conocido como el Holocausto.
Ello, en medio de su afán por dominar a todo el Globo, invadió a su país vecino, Polonia, y se alió con Mussolini, el dictador italiano, que lo acompañó en el camino para lograr dicho objetivo, sin éxito.
Dicho esto, la historia registra que Adolfo Hitler, conocido también como el Führer, que en alemán, traduce líder, se suicidó a sus 56 años, en 1945 en su búnker, en Berlín, tras la toma de las tropas soviéticas a la capital de ese país, cuando precisamente Alemania da por perdida la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, en ese hilo, aparece una posibilidad que es propuesta por algunos historiadores y analistas, quienes aseguran que Hitler realmente no se suicidó en 1945, sino que en realidad se dedicó al exilio y se movilizó a Latinoamérica.
Tal como lo indica Abel Basti, el escritor argentino, quien se ha dedicado a investigar esta posibilidad y sustentarla en sus publicaciones, como la que lanzó recientemente llamada Las fotos de Hitler después de la guerra.
De acuerdo con un video compartido por Basti, en su canal de Youtube, explica que encontró fotografías en las que se ve a Hitler en Bolivia. Y de igual manera, una foto más, en Colombia, específicamente en la ciudad de Tunja, en el departamento de Boyacá.
“La tercera foto se corresponde con una visita de Hitler a Colombia en 1954. En este caso, la CIA (Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos) había desclasificado documentos, entre ellos una fotocopia de esa foto”, por carecer de autenticidad.
“El tema es que la fotocopia no podía ser analizada. Mi trabajo consistió en encontrar el original. Lo pude hallar, una pequeña foto de cartón fotográfico que fue analizada por los peritos”, indicó el escritor.
“Fue analizado el papel y el dictamen que está en el libro, dice que se trata de Hitler en un 100 %, que no hay ningún rastro diferente a Hitler, por todas las características de su rostro. La fisonomía y su cuerpo… son las de Hitler, lo que confirma el documento de la CIA”, agrega el investigador.
“Así que en este libro lo que se aporta son nuevas evidencias que yo antes había publicado en un libro anterior, que fundamentalmente es de testimonios, documentos públicos y documento privado, una suma de evidencia que, como siempre, fueron signo de victoria para reescribir la historia, para revisarla un fiscal y aporta estas pruebas que demuestran efectivamente que Hitler no murió en Berlín y que sí escapó y vivió en el exilio hasta su muerte”, concluyó Basti.
Esto podría tener sentido, teniendo en cuenta que el político nazi (del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán o Partido Nazi) habría podido pasar el resto de sus días en la cárcel, tras las numerosas muertes que ocasionó. Por lo que la mejor salida era desaparecer (bien fuera con el suicidio o el exilio).