En la noche del miércoles se entregó a las autoridades Héctor Julio Prieto, el hombre que habría asesinado a su hijastro de ocho años de edad en medio de una discusión familiar dentro de una vivienda ubicada en la localidad de Kennedy, en el suroccidente de Bogotá.

Las primeras informaciones indican que el hombre, en medio de un intercambio de amenazas e insultos, atacó al menor de edad que se encontraba dormido en su habitación junto a su hermana. Utilizando un arma cortopunzante le ocasionó graves heridas en el abdomen.

Los vecinos llamaron a las autoridades debido a los fuertes gritos que se registraban dentro de la vivienda. Cuando los policías llegaron se encontraron al menor gravemente herido, por lo que lo trasladaron de urgencias a un centro médico cercano.

Sin embargo, debido a la gravedad de la herida que comprometió varios órganos vitales, el menor falleció el 3 de enero. El hombre, aprovechando la confusión, emprendió la huida. Por información que permitiera su captura, la Policía Metropolitana de Bogotá ofrecía una recompensa de 20 millones de pesos.

Las autoridades señalaron que el padrastro tiene en su haber diferentes anotaciones por diferentes delitos relacionados con el porte de armas, lesiones personales, hurto, acceso carnal violento e inasistencia alimentaria.

La Fiscalía General le imputará en las próximas horas el delito de homicidio agravado y le solicitará a un juez de control de garantías que lo cobije con medida de aseguramiento en centro carcelario.

El ente investigador tiene información de que la mamá del menor habría manifestado su intención de ponerle punto final a la relación sentimental debido a los constantes actos de violencia de los que era víctima por parte de su pareja.

Los familiares de la mujer aseguraron que los actos de maltrato eran constantes y evidentes. Sin embargo, pese a esto y las advertencia que le hacían a las autoridades para que intervinieran nunca se hizo nada para evitar una potencial tragedia.

“Cuando había peleas en la casa él siempre le pegaba y los vecinos, la dueña de la casa, los inquilinos de la casa, siempre llamaban a la Policía, quienes siempre conocían el caso y decían que no podían meter en eso porque era una pelea de una relación y que eso lo arreglaban debajo de las cobijas”, comentó Jimmy Farfán, tío del menor.

Restablecimiento de derechos

El pasado 4 de enero, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) inició el proceso del restablecimiento de los derechos a la hermana de la víctima, una niña de seis años.

“La Policía de Infancia y Adolescencia nos pone a disposición a su hermanita de seis años, aquí en la Defensoría de Familia que le abre un proceso administrativo de restablecimiento de derechos y, para garantizar su protección, es ubicada en un medio institucional”, explicó la directora regional de Bogotá del ICBF, Martha Tovar.