Hombres armados irrumpieron en el edificio donde vive el abogado José Luis Moreno en Bogotá, quien defiende a Olmedo López, exdirector de la UNGRD. López colaborará con la Justicia para esclarecer el escándalo de corrupción que golpea al Gobierno y al Congreso.
Aunque los hechos ocurrieron el pasado 24 de marzo, cuando Moreno ya defendía a López, solo se conocieron hasta este jueves 9 de mayo.
SEMANA accedió a documentos y evidencias del ingreso de los hombres armados al edificio. Según el reporte, ataron de pies y manos al guarda de seguridad.
Los hechos ocurrieron entre las 9:30 p. m. y las 11:30 p. m., según el registro de lo ocurrido.
Los hombres entraron al edificio por la puerta principal, protegidos con gorras y tapabocas. Al parecer, tenían autorización y nadie opuso resistencia, según los documentos en poder de SEMANA.
Una de las personas que vive en el edificio, en un sector exclusivo del norte de Bogotá, fue retenida en el ascensor.
“Se observan dos sujetos; uno de ellos con jean claro, saco oscuro, gorra blanca, tapabocas y tenis oscuros quien amedranta a las habitantes en la zona del lobby con un elemente no identificado; un sujeto de chaqueta azul y gorra negra que lo acompaña; un tercer sujeto con prenda oscura y jean claro, zapatillas blancas, gorra negra y guantes, saliendo del ascensor; un cuarto sujeto con gorra negra, quien se encuentra al interior del ascensor reteniendo a una persona”, dice el reporte de la investigación.
El guarda de seguridad, según el registro, fue atado de pies y manos.
Los sujetos vestían prendas oscuras y utilizaban otros elementos para evitar ser reconocidos. Uno de ellos hace guardia en el pasillo.
Tres sujetos ingresan a otra persona al lobby del edificio a la fuerza.
Posteriormente, se ve cómo intentan ingresar al sujeto al ascensor a la fuerza.
El sujeto fue agredido por los delincuentes.
Un habitante del edificio sale al lobby cuando los sujetos se encuentran allí.
Unos sujetos visten prendas de color claro con gorra y tapabocas. Van subiendo por las escaleras del primer piso al segundo.
Un sujeto vestido de negro sale del ascensor. Al fondo, hay dos sujetos con prendas de color oscuro.
Un sujeto va bajando por las escaleras al primer piso con prendas de color oscuro, jean claro, gorra blanca. Se le alcanza a identificar el rostro.
En un momento, dos señoras van bajando por la escalera al primer piso y se encuentran al sujeto. Son amedrentadas.
Los sujetos intimidan a las señoras.
Las tres mujeres son puestas contra la pared en el lobby, mientras uno de los sujetos las intimida. Se ve que tiene un arma en su mano izquierda.
Las mujeres van subiendo de forma apresurada y los hombres al fondo.
Uno de los sujetos quedó grabado en una de las cámaras de la entrada del edificio.
Todas estas pruebas se encuentran en una USB que está en custodia de la Unidad de Investigación Criminal de la Defensa.
El hecho genera alerta. El exdirector de la UNGRD tendría información valiosa sobre los implicados en el escándalo de la entidad por presunta corrupción que ha tocado las más altas esferas del gobierno del presidente Gustavo Petro.
Junto al exdirector de la entidad, Sneyder Pinilla ha solicitado un principio de oportunidad para contar todo lo que sabe. Además, han pedido protección porque se trataría de información delicada que compromete a varios políticos y funcionarios del Gobierno.
“Dos exfuncionarios de esa entidad, Olmedo López (director) y Sneyder Pinilla (subdirector de manejo) han solicitado a la Fiscalía un principio de oportunidad y protección personal. La entidad ha manifestado a sus defensores la disposición que tiene para evaluar su colaboración y, desde la semana pasada, les ha ofrecido esquemas de seguridad apropiados, pero no se han manifestado al respecto”, dijeron desde la Fiscalía.
Y agregó: “La Fiscalía espera, sin más dilaciones, que Olmedo López y Sneyder Pinilla cumplan su cita con la Justicia el martes y el miércoles de esta semana, para evaluar el grado de colaboración y las pruebas que puedan entregar”, señaló el ente acusador, advirtiendo la necesidad de escuchar a los exfuncionarios en diligencias formales.