La noticia que más espera un trabajador es el anuncio de un aumento significativo en el ingreso que recibe como contraprestación por sus labores desempeñadas en una empresa privada o entidad pública. Escuchar que pasarán a pagarle mensualmente más de 14 millones de pesos después de ganarse 8, pareciera un imposible, pero no para algunos contratistas de la Aeronáutica Civil que están gozando de un incremento cercano al ciento por ciento en sus honorarios.
Revisando el Sistema Electrónico para la Contratación Pública (Secop), una base de datos a la que tiene acceso cualquier colombiano, se identifica que contratistas como Johanna Alexandra Vanegas García, quien trabaja bajo la modalidad de prestación de servicios en la entidad como profesional en el área de infraestructura, ganaba en 2022 la suma total de 101.600.000 pesos que se distribuyeron en 12 ingresos mensuales de 8 millones de pesos, incluidos los tributos a que tuviese lugar por gastos de desplazamiento correspondientes a la suma de 5.600.000 pesos.
Pero dicen quienes ven con sospecha el valor del incremento del contrato, que en 2023 se le “apareció la virgen”, pues pasó a ganar 169.357.119 pesos, presentando un aumento del 84 por ciento. Mensualmente, recibe honorarios de casi 15 millones de pesos y los tributos y pagos de desplazamiento pasaron a más de 10.300.000 pesos.
El resto de colombianos que trabajan en una empresa privada y ganan el mínimo tuvieron un aumento salarial de 16 por ciento y los funcionarios públicos aumentaron sus ingresos en 14,62 por ciento. Para los denunciantes llama la atención que Johanna Vanegas tiene una hermana que trabaja de planta, en la misma entidad, Ester Vanegas, quien se desempeña en el área administrativa. Entre sus roles está el de realizar evaluaciones jurídicas de los procesos y elaboración y revisión de contratos. Johanna es la encargada de las evaluaciones técnicas de los procesos.
Pero no solo ella tuvo un aumento tan alto en sus honorarios, al menos una decena de contratistas más. Entre ellos Silvia Arévalo (90 por ciento), Magna Aguilar (81 por ciento), Stivenson Martínez (52 por ciento), Juan Pablo Mejía (76 por ciento), Luz Castañeda (110 por ciento), Patricia Cárdenas (110 por ciento), Juan Pablo Corredor (126 por ciento). Para abogados laborales, el contrato de prestación de servicios deja una línea delgada en la que no se pueden regular los aumentos, como suele pasar en diferentes entidades en las que se ponen topes para prevenir anomalías.
SEMANA consultó a la Aerocivil, que admitió que se realizaron aumentos altos, pero descartó intereses ocultos detrás de ellos, pues argumentó la necesidad de nivelar honorarios con otras entidades. “Estos fueron definidos de manera objetiva y se establecieron de conformidad con un análisis y un estudio de mercado en el que se realizó un comparativo”, resaltó el organismo.
Las entidades estatales con las que habrían hecho comparativos son: Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), TransMilenio y el Departamento Nacional de Planeación (DNP), y desde allí se realizó un promedio acorde. La Aerocivil resalta que se consideraron criterios de experiencia y formación académica con el fin de garantizar la idoneidad y experticia que demanda la entidad para cumplir con su objetivo.
La escala de honorarios para los contratistas de prestación de servicios profesionales se expidió en la resolución 00165, en la que se fijaron los honorarios que ellos califican de equitativos. Este punto es refutado por algunos contratistas que manifestaron su inconformismo al nunca recibir tales beneficios.
En la Aerocivil mencionaron que las personas enunciadas en este artículo, más allá de las suspicacias que pudieran generar sus aumentos, fueron evaluadas en virtud de las actividades que ejecutan y las fortalezas evidenciadas. Además, tuvieron que acreditar la formación académica y experiencia necesaria en el sector transporte. Estos aumentos están en la lupa de veedores.